lunes, 8 de noviembre de 2010

Semanario Nº 180º

El papel arrugado
Cuando era niño tenía rabietas a la menor provocación, y la mayoría de las veces después de estos arrebatos, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día mi maestro, que me vio pidiendo excusas después de una explosión de ira, me llevó al aula y me entregó una hoja de papel lisa y me dijo: —¡Estrújala! Asombrado obedecí e hice con él una bolita. —Ahora —volvió a decirme— déjalo como estaba antes.
Por más que traté de dejarlo bien liso, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas. —El corazón de las personas —me dijo— es como ese papel... La impresión que en ellos dejas, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues. Así aprendí a ser más comprensivo y paciente.

Un amigo
Construía Sócrates una pequeña casa, en las afueras de Atenas, cuando algunas personas le preguntaron para qué serviría esa minúscula habitación. Él contestó que era para sus amigos. Admirados le replicaron que ahí no cabría casi nadie y entonces, con su ya tradicional y fina ironía, respondió: ¡Qué diera yo por poder llenarla!
Los amigos son así. Los puedes contar con los dedos de la mano y siempre te sobrarán dedos. Por eso tal vez no tengas muchos, pero los que tienes siempre serán suficientes para llenar tu alma. Un amigo es como la perla evangélica: cuando la encuentras, vas y vendes todo, con tal de poseerla.
Un amigo no es un hermano de sangre, sino del corazón. Por eso un hermano puede ser tu amigo pero un amigo siempre será tu hermano. Un amigo siempre estará ahí, aún cuando no lo necesites. A un amigo lo necesitas porque lo quieres; no lo quieres porque lo necesitas. Con tus conocidos hablas, con tus amigos te comunicas. Un conocido te oye, un amigo te escucha, y lo más importante es que no te escucha con sus oídos, sino con su corazón.

Súplica de paz interior
Señor, mira mi mente y mi imaginación. Ayúdame a dominarlas para que reine la paz en mi interior. Domínalas tú con tu santísima luz. Calma ese mundo interior alocado y llévate lejos todo pensamiento que provoque angustias o nerviosismos.
Armoniza esas imágenes desordenadas que dan vueltas dentro de mí, para que pueda reflexionar serenamente, orar en calma y vivir sin preocupaciones inútiles.
Llena mi mente de pensamientos buenos y bellos, para que pueda recuperar la claridad interior y caminar en tu paz. Quiero que seas tú el Señor de mi cabeza y que reines glorioso en mi vida interior. Amén. (V. M. Fernández).

Resultado del análisis
El doctor llama por teléfono a su paciente:
—Le tengo una noticia buena y otra mala.
—Bien... dígame primero la buena.
—Los resultados del análisis indican que le quedan 24 horas de vida.
—Pero, caramba… ¿ésa es la buena noticia? Entonces, ¿cuál es la mala?
—Que estuve intentando localizarlo desde ayer.

Pensamientos
- El que habla, siembra; el que escucha, recoge. Pitágoras.
- Muchos pocos hacen un mucho. Refrán
- Las tentaciones son muy provechosas a quien las soporta sin caer en ellas, pues en tal caso unen a Dios. San Doroteo.
- Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo. G. K. Chesterton.
- Aunque te sientas exhausto y menos entusiasta, ten ánimo. Las nubes negras pasan y no seguirán oscureciendo la luz del sol. Espera solamente que las nubes pasen. Nguyen Van Thuan.
- Lo que tú eres habla más fuerte que lo que tú dices. Emerson.
- No hay mucho que no se acabe, ni poco que no alcance. Refrán
- Nunca podemos saber qué dique derribamos cuando cedemos a las tentaciones. Julien Green.
- Cuando a uno le gusta lo que hace, no se fatiga y si se fatiga, su propio cansancio le sirve de alegría. San Agustín.

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