domingo, 27 de enero de 2013

Semanario  Nº 296º
Tú vas conmigo…
Una noche soñé que caminaba a lo largo de una playa, acompañado por
Dios. Durante la caminata muchas escenas de mi vida se fueron
proyectando como en una pantalla en el cielo. Según iban pasando las
escenas, notaba que unas huellas se formaban en la arena. A veces
aparecían dos pares de huellas, otras veces solamente aparecía un par
de ellas.
Esto me preocupó grandemente, porque pude notar que durante las
escenas que reflejaban etapas tristes en mi vida, cuando me hallaba
sufriendo de angustias, penas o derrotas, solamente podía ver un par
de huellas en la arena. Entonces le dije a Dios: “Señor, tú me
prometiste que si te seguía, tú caminarías siempre a mi lado. Sin
embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida,
sólo había un par de huellas en la arena. ¿Por qué cuando más te
necesitaba, no estuviste caminando a mi lado?”
El Señor me respondió: “Las veces que has visto sólo un par de huellas
en la arena, hijo mío, ha sido cuando te he llevado en mis brazos”.

Apaga la tele

Evita caer en la tentación de la televisión y su creciente número de
canales como forma de pasar el tiempo. Cada día estamos ante ella un
promedio de tres horas. Huye de la ilusión de que estás informado
porque ves el noticiero. Lee más. Pasea más. Escribe más a quienes
amas. Aprende nuevas habilidades. Si hay niños pequeños en la casa,
mira la tele con ellos y dales criterios para elegir. Dales
alternativas, léeles cuentos, participa en sus juegos. Proponte leer
todas las noches media hora. y recuerda: detrás de los medios de
comunicación y de Internet hay grandes intereses políticos, sociales y
económicos. Sé crítico con la información y contrástala. Separa los
hechos de las opiniones y busca apasionadamente la verdad en todo
momento, sin dejarte manipular. (Juan Yzuel).

Aceptar la enfermedad y la muerte

Padre mío, dueño de la vida y de la muerte. Dame la gracia de aceptar
con paz el misterio doloroso de la vida, las enfermedades, la
decadencia y la muerte; aceptarlas sin lamentos, sin lágrimas, en
silencio y paz. Me acuerdo de que tu Hijo transformó lo más negativo e
inútil del mundo, como es el dolor y la muerte, en fuente de redención
y vida eterna. Yo también quiero que desde hoy mi dolor y mi muerte
sean fuente fecunda de redención. A partir de este momento quiero
sufrir con Jesús y como Jesús. En tus manos, Padre mio, me abandono
con mi vida y mi muerte, mi salud y mi enfermedad. Amén.

Mentiroso al infierno

El salmista identifica a los malvados, porque “en su boca no hay
sinceridad, su corazón es perverso; su garganta es un sepulcro
abierto, mientras halagan con la lengua”. Por otra parte sabe muy bien
que “Dios detesta al mentiroso y aborrece al hombre sanguinario y
traicionero”, (Sal 5). En la Biblia el malvado y perverso es siempre
falso, mentiroso y fraudulento. Una anécdota humorística al respecto.

Antes de llegar al Infierno, el alma del difunto protestó violentamente:
—En vida yo fui noble, generoso y bien intencionado. ¿Se puede saber
por qué me mandan aquí?
—No sé —respondió el encargado de recibir a los que iban llegando—. Lo
único que puedo decirle es que tengo órdenes de ubicarlo en la sección
“Mentirosos”.

Desgraciadamente la mentira es una puerta abierta a otras
transgresiones más graves. No hay ladrón, ni adúltero, ni orgulloso
que no sean mentirosos, porque necesitan ocultar las obras de las
tinieblas. Sin embargo es experiencia común que la verdad tarde o
temprano sale a la luz. “Vivir en la verdad nos hace realmente
libres”, (Juan 8, 32). P. Natalio.

Pensamientos

- No por ti mueve la cola el can, sino por el pan. Refrán español.
- Para aprender a rezar no hay como viajar por mar. Refrán inglés.
- Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre. Proverbio africano.
- Por bueno que sea un caballo, necesita espuelas. Refrán inglés.
- A enemigo que huye puente de plata. Refrán español.
- La crueldad es la fuerza de los cobardes. Proverbio árabe.
- Una vez terminado el juego el rey y el peón vuelven a la misma caja.
Refrán italiano.
- Sólo en la actividad desearás vivir cien años. Proverbio japonés.
- El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo. El
agua es turbia al principio pero luego se clarifica. Proverbio chino.

domingo, 20 de enero de 2013

Semanario  Nº 295º
Demasiado tarde
En la puerta de un templo parroquial había cinco carteles. El primer
cartel mostraba a un niño gordito, de esos que anuncian alimentos para
bebés, y debajo habían escrito: "Demasiado pequeño para amar a Dios".
El segundo presentaba a una pareja de enamorados recién casados
dándose un besito; el correspondiente letrero avisaba: "Demasiado
felices para amar a Dios". Le seguía un ejecutivo rodeado de teléfonos
y con cara de desarrollar una tarea febril: "Demasiado ocupado para
amar a Dios".
A continuación, un ricachón gordo, con los dedos de las manos llenos
de relucientes anillos de oro y pedrería, un habano en la boca, en el
momento de descender de un cochazo de lujo: "Demasiado seguro de sí
mismo para amar a Dios". Y finalizaba la serie con una sepultura:
"Demasiado tarde para amar a Dios”. “Si escuchas hoy la voz del Señor,
no endurezcas tu corazón”, Salmo 95.

Detente a oler las flores
Quítate el grillete de la muñeca -al menos de vez en cuando- deja de
depender tanto del reloj. Escucha tu reloj interior. Tómate días de
retiro, de verdadero descanso, sin programa alguno. No estés hasta la
última hora del día haciendo cosas o viendo la televisión. Un día a la
semana acuéstate y levántate antes. Huye de todo lo que «enganche» y
cree adicción. Vivir equilibrada-mente implica saber combinar las
actividades que nos agradan y recrean. Cuando algo se  convierte en
una obsesión hay que buscar la forma de liberarse de su esclavitud.
(Juan Yzuel).

Aceptar la figura física
Padre mío, fuente de mi vida. Dame la gracia de hacerme amigo de mí
mismo. Si alguna vez sentí vergüenza de ser como soy, te pido perdón a
ti, autor de mi vida y mi ser. Perdona mi insensatez y mi ingratitud.
Desde ahora quiero sentirme contento de ser como soy, feliz de ser
como soy. Te alabo, te admiro y te agradezco por estas manos, este
rostro, esta figura general. Bendito seas por haberme hecho tal como
me hiciste. En tus manos me entrego, feliz de ser como soy. (Ignacio
Larrañaga).


Los obreros del cementerio

Cierto día que Mark Twain pasaba delante de un cementerio, vio a unos
obreros tomando medidas.—¿Qué es lo que van a hacer?, —preguntó el
humorista. —Queremos hacer una muralla, porque el cerco que rodea el
cementerio no es suficiente, —respondieron los obreros. —¿Una muralla?
¡Y para qué! Los que están dentro no pueden salir, y los que estamos
fuera no queremos entrar.

Pensamientos
- Las palabras mueven, los ejemplos arrastran.
- El que con lobos anda, a aullar aprende.
- Urbanidad y buenos modales abren puertas principales.
- El que busca el peligro, en él perecerá.
-  A preguntas necias, oídos sordos.
- Una vez al año no hace daño.
- Quien mucho abarca, poco aprieta.
- Palabra y piedra suelta, no tienen vuelta.
- Cada uno estornuda como Dios le ayuda.

domingo, 13 de enero de 2013

Semanario  Nº 294º

La bolsa de clavos…

Había un muchacho que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una
bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia,
debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el
muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que
siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada
vez menos clavos detrás de la puerta. Descubría que era más fácil
controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó el día
en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de
informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día
que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo
finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar
de la puerta. Su padre lo felicitó, lo tomó de la mano y lo llevó
hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira
todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que
tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que
aquí ves".

Sé responsable con tu dinero

Salda tus deudas. Intenta pagar siempre que puedas al contado;
gastarás menos. Haz ajustes para vivir dentro de tus posibilidades.
Analiza y recorta tus gastos. Calcula cuánto podrías ahorrarte si no
compraras ciertos productos de marca. Que tu austeridad sea desde la
alegría. Motívate con un compromiso solidario: lo que te sobra es lo
que otra persona necesita para llevar una vida digna. (Juan Yzuel).

Aceptar a los padres
Dios mío si alguna vez sentí vergüenza o aversión por mis padres, en
este día yo los acojo con cariño y amor. Pido perdón por mi
ingratitud; y de tus manos yo los acepto con gratitud y emoción. Si
acaso ellos ya fallecieron, igualmente yo los acojo, los abrazo, los
amo, los acepto profunda y totalmente en el misterio de tu Santa
Voluntad. Gracias por el regalo de mis padres, y bendita sea su
memoria para siempre. (Ignacio Larrañaga).

Lloraba sin consuelo

Un profesor de química al mismo tiempo que hacía experimentos solía
dejar enseñanzas inolvidables. Una vez que tenía en la mano una
botella de leche, la dejó caer en la batea del agua. Quedaron los
vidrios y toda la leche se escurrió por el desagüe. “La leche está
perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más cuidadosos y no
lloremos nunca por la leche derramada”.

Un borracho estaba en el cementerio tomando una botella de vino y de
repente se le cayó y se rompió. El bebedor desconsolado se puso a
llorar. Un hombre que pasaba por allí lo vio, sintió lástima ante tal
dolor y le preguntó: —¿Era familiar? El borracho respondió: —¡No, de
un litro no más.

Hay una oración muy buena para recordar cuando nos sucedan esas cosas
desagradables que no tienen más solución: “Señor, concédeme fortaleza
para solucionar lo que tiene solución; valor para aceptar lo que ya no
tiene solución; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una
buena lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir
adelante”. P. Natalio.


Pensamientos
- Primero mis dientes, y después mis parientes.
- Pelos y dientes son accidentes, arrastrar los pies, eso es vejez.
- A pan duro, diente agudo.
- A caballo regalado, no se le miran los dientes.
- Dime con quién andas y te diré quién eres.
- Genio y figura hasta la sepultura.
- No por mucho madrugar amanece más temprano.
- La unión hace la fuerza.
- Más vale pájaro en mano que cien volando.

domingo, 6 de enero de 2013

Semanario  Nº 293º
Ayuda inesperada
En el edificio de mi oficina, el ascensor lleno de gente se quedó
atascado, y enseguida comenzó a producirse el pánico. Incapaz de
hacerlo subir o bajar, la ascensorista, que era nueva, no ocultaba su
inquietud. Los pasajeros estaban tensos de ansiedad.
De repente, desde el fondo del ascensor se dejó oír una voz tranquila
que dijo: —Tómelo con calma, hija. Si usted no puede manejarlo, yo
puedo hacerlo. Trate de recordar las instrucciones que le han dado, y
le vendrán a la memoria. Reinó el alivio. La muchacha estudió el
mecanismo por unos instantes, empujó una palanca y ascendimos. El
hombre que había evitado el pánico bajó en mi piso.
—¿Y usted sabe efectivamente manejar ese aparato? —indagué.
—¡Qué voy a saber! Pero la chica necesitaba ayuda.
No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia recurran a la
oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para
presentar sus peticiones a Dios. Filipenses 4, 6.

Disfruta de tu hogar

Siéntete cómodo en tu casa. Haz que sea y parezca simple. No la
recargues de adornos innecesarios. Evita que el televisor haga las
veces de «hogar» o chimenea, desplazándolo a un lugar menos visible o
poniéndole puertas. Aprende a decorar y reparar las cosas con tus
manos. Redescubre el rito de las comidas en familia y sin televisión.
No seas esclavo del teléfono. Invita a tus amigos a tu casa y hazles
sentirse bienvenidos. ¿Por qué no les preparas tú mismo la comida?
(Juan Yzuel).

Te di tan poco

¡Te di tan poco, Señor Jesús, pero tú hiciste de eso algo tan grande!
¡Soy tan poca cosa ante ti, y me tornaste tan rico! No conseguí darte
todo lo que hubiese deseado, ni logré amarte como yo quería y soñaba.
Te di tan poco, de verdad, tan poco, y con tan poco entusiasmo y
alegría. Sin embargo, tú sabes que en ese “poco” yo quise poner todo
mi corazón. Tú ves el fondo de mí mismo, con mi deseo de darte mucho
más. Como transformas mi pobreza en riqueza, y mi vacío en plenitud,
toma mi don tal como es, toma también todo lo que él no es a fin de
que en mí haya entrega total, con mi propia miseria, y sea todo de
nuevo recreado por el poder soberano de tu amor. Amén.

Humor en el cuartel

Al nacer se nos regaló un capital de tiempo, capacidad de trabajo, un
temperamento y carácter especial, y una vocación señalada por nuestras
aptitudes e inclinaciones… ¿Cómo usas estos dones?. ¿Pasas por la vida
haciendo el bien, ayudando, ofreciendo tus capacidades? No las
escondas con egoísmo, porque se atrofiarían.

Reúnen a todos los soldados en el patio del cuartel y forman una
línea, y el sargento dice: —El que tenga una navaja, dé un paso al
frente. Y un soldado dijo: —Yo tengo una, mi sargento. Y el sargento
dice: —Okay, usted se va a Hawai por una semana, y todos los gastos
pagados. Al siguiente día, el sargento vuelve a preguntar: —El que
tenga una navaja, dé un paso al frente. Y todos dan un paso al frente
y el sargento les dice: —¡Okay, hoy, todos a pelar papas!

El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es
negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada
día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica
se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y
comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das. P.
Natalio.

Pensamientos

- Una tormenta de arena pasa; las estrellas permanecen. Refrán africano.
- También la vaca negra produce leche blanca. Refrán africano.
- La boca de un anciano aun sin dientes, tiene palabras de sabiduría.
Refrán africano.
- Si usted molesta a un perro, molesta a su dueño. Refrán africano.
- La mejor bendición para favorecer la cosecha es una calabaza llena
de sudor. Refrán africano.
- Un asno siempre da las gracias con una patada. Refrán africano.
- No se envía a un muchacho a recoger miel. Refrán africano.
- Recuerda que si hay tormenta, siempre habrá después arco iris.
Refrán africano.
- Cuando el león envejece hasta las moscas lo atacan. Refrán africano.
Gracias por tu visita!!!