domingo, 25 de diciembre de 2011

Semanario Nº 239º


La viejita irlandesa
Cuentan de una viejecita irlandesa que nunca hablaba mal de nadie.
Siempre encontraba algo bueno en la peor persona.
Un día falleció un hombre que parecía atesorar en sí todas las
miserias humanas: era ladrón, borracho, pendenciero, pegaba a su mujer
y a sus hijos....una verdadera calamidad, un estorbo para la
comunidad.
La noche del velorio, llegó la viejecita a la sala donde se iba a
rezar el santo rosario por el difunto. Todos se miraron y se decían
por dentro: “de éste sí que no podrá decir nada bueno”. La viejecita
estuvo un momento callada. Parecía que efectivamente no sabía qué
decir.
Al fin, habló: .—Ciertamente sabía silbar. Daba gusto oírle cuando
pasaba por debajo de mi ventana todas las mañanas. Lo echaré de
menos...

Decálogo del abrazo
1 El abrazo fraterno es una expresión insuperable de la contención humana.
2 El abrazo es el mejor bálsamo para aliviar el dolor y las heridas del alma.
3 El abrazo nos comunica lo que no podemos expresar con palabras.
4 El abrazo nos brinda protección y seguridad.
5 El abrazo imparte una energía vital, que puede sanar y aliviar dolencias.
6 El abrazo da confianza y ayuda a vencer el miedo.
7 El abrazo trasmite reconocimiento al valor que puede tener una persona.
8 El abrazo es una manera positiva del perdón.
9 El abrazo infunde optimismo y alegría de vivir.
10 El abrazo es una manifestación de un amor profundo y sincero. Hna.
María Kloster

Para reconocer el amor de Dios
Mi Dios amado, yo sé que tú eres más grande y más bello que todos mis
sentimientos y emociones, que no te puedo abarcar con mi sensibilidad
herida. Tú no eres como yo te siento a veces, porque eres incapaz de
hacerme daño, Dios infinito y santo. A veces experimento mi pequeñez
ante tanta grandeza, y escapo de ti, como si fueras una montaña que
puede caer sobre mí. Olvido que es tu poder el que me da la vida y me
sostiene, y que sólo tú me haces fuerte, que todo lo bueno viene de tu
amor. Dame la gracia de reconocer que sólo puedes hacerme bien.
Mientras más te abra mi corazón, más fuerzas tendré y más libre me
sentiré. Gozaré de tus delicias y cantaré de gozo en tu presencia, sin
temores. Amén.

Entre amigos
—He sabido que tuviste una pelea terrible con tu mujer. ¿Cómo acabó eso?
—Tienes que saber que al final se vio obligada a arrodillarse frente a mí.
—¿Y qué te dijo?
—¡Sal de debajo de la cama, imbécil!

Utilidad del fósforo
—Me dijeron que comiera pescado porque tiene mucho fósforo y que me
volveré más inteligente, ¿es verdad? Le pregunta un señor a su amigo.
—Más inteligente, ino!, pero a lo menos se te verá de noche.

Pensamientos
- Nunca permitas volverte tan importante, tan sabio, tan grave y
reservado, que te olvides de reírte de ti mismo. Og Mandino.
- La esperanza no muere nunca. La ilusión acaba en desilusión. Pero la
esperanza es una fuerza estable, serena e inmortal que, cuando todo
está en el suelo, ella siempre responde: no importa, comencemos otra
vez, mañana será mejor, ¡arriba!, vamos adelante. Ignacio Larrañaga.
- El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe. Diógenes.
- No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos. O. Marden.
- Los que están siempre de vuelta de todo son los que nunca han ido a
ninguna parte. Antonio Machado.
- Entre todos los vestidos que yo he visto ponerse el orgullo, el que
más me subleva es el de la humildad. Henry Mackenzie.
- Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes. Molière.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Semanario Nº 238º


El mercader y la bolsa
Cierto día, un mercader ambulante iba caminando hacia un pueblo. Por
el camino encontró una bolsa con 800 dólares. El mercader decidió
buscar a la persona que había perdido el dinero para entregárselo,
pues pensó que el dinero pertenecía a alguien que llevaba su misma
ruta. Cuando llegó a la ciudad, fue a visitar a un amigo.

—¿Sabes quién ha perdido una gran cantidad de dinero?- le preguntó a
éste. —Sí, sí. Lo perdió Juan, nuestro vecino, que vive en la casa de
enfrente. El mercader fue a la casa indicada y devolvió la bolsa. Juan
era una persona avara, y apenas terminó de contar el dinero gritó:
—¡Faltan 100 dólares! Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar
como recompensa. ¿Cómo lo has tomado sin mi permiso? Vete de una vez.
Ya no tienes nada que hacer aquí. El honrado mercader se sintió
indignado por la falta de agradecimiento. No quiso pasar por ladrón y
fue a ver al juez.

El avaro fue llamado a la corte de justicia. Insistió ante el Juez que
la bolsa contenía 900 dólares. El mercader aseguraba que eran 800. El
juez, que tenía fama de sabio y honrado, no tardó en decidir el caso.
Le preguntó al avaro: —Tú dices que la bolsa contenía 900 dólares
¿verdad? —Sí, señor, respondió Juan. —Tú dices que la bolsa contenía
800 dólares, le preguntó el juez al mercader. —Sí, señor.

—Pues bien, dijo el juez, considero que ambos son personas honradas e
incapaces de mentir. Tú, porque has devuelto la bolsa con el dinero,
pudiéndote quedar con ella. Juan, porque lo conozco desde hace tiempo.
Esta bolsa de dinero no es la de Juan; aquella contenía 900 dólares.
Esta sólo tiene 800. Así pues, quédate tú con ella, hasta que
aparezca su dueño. Y tú, Juan, espera que alguien te devuelva la tuya.


Para que te levantaste hoy?
¿Alguna vez te has levantado en la mañana como por un acto reflejo,
sin saber por qué o cuáles motivos tienes para vivir? ¿Alguna vez has
dejado de lado tus sueños, para vivir tan sólo el acelerado ritmo de
hoy, sin poder detenerte a pensar? Tal vez hoy te levantaste sin
tiempo, como siempre, sin dar gracias al Creador, o encomendar tu día
a Dios. Tal vez porque sientes que no tienes motivos para vivir, más
que el cumplir con tus obligaciones.
Existe una razón más allá del trabajo, la responsabilidad, o el
simple hecho de estar vivo. Cada minuto que pasa es irrepetible,
precioso, único e incomparable. Pasar por la vida sin vivir, es algo
que a muchos les sucede hoy.
Por eso, toma tu tiempo, mira el cielo, disfruta de las aves, de tus
amigos, hasta de los embotellamientos. Disfruta de aquello que incluso
te saque de tus casillas, sabiendo que, a fin de cuentas, el motivo
principal por el que estás aquí... se llama: Jesús.

Oración por los que no nos aceptan
Te adoro, Señor, por todos los seres humanos, porque son tus criaturas
amadas y porque en ellos también hay reflejos de tu hermosura. Quiero
bendecir también a los que me envidian, me critican o me miran mal.
Quiero desearles que les vaya bien y que sean felices, que te
conozcan, te amen, y aprendan a vivir tu Palabra, que sean santos y
buenos. Yo los bendigo, Señor, con los mejores deseos de mi corazón,
porque así, tarde o temprano, podré estar en paz con ellos. Cólmalos
de alegría, de paz, de esperanza. Regálales el gozo de vivir y de
amar. Y ayúdame, Señor, para ser un instrumento de unidad y de paz a
mi alrededor, para que reine tu amor divino. Amén.

Caníbales
Dos exploradores que llegaron a una supuesta isla desierta, al ponerse
a caminar se encuentran con un letrero que los sorprende: “Peligro
caníbales vegetarianos”. Contundidos, los exploradores deciden
continuar, en eso se encuentran con un hombre que, todo ensangrentado,
les dice:
—¡Corran, corran! A lo que los exploradores preguntan:
—¿Por qué, si son caníbales vegetarianos? Y el hombre les responde:
—En efecto, son caníbales vegetarianos, ¡te comen la palma de tus
manos y la planta de tus pies!

Pensamientos
- Con tu risa todas las cosas quedan reducidas a su justa medida.
Ríete de tus fracasos y se desvanecerán en nubes de nuevos sueños;
ríete de tus éxitos y quedarán nivelados a su exacto valor. Og
Mandino.
- Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error
que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos
esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino. Gabriela
Mistral.
- La esperanza es la serena y gozosa mirada sobre el futuro, del que
siempre aguarda la oportunidad de la dicha.
- Un hombre debe vivir cerca de sus superiores como cerca del fuego:
ni tan cerca que se queme ni tan lejos que se hiele. Diógenes.
- Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse. Esopo.
- La suerte no es más que la habilidad de aprovechar las ocasiones
favorables. O. Marden.
- Para dialogar, pregunta primero; después escucha. Antonio Machado

lunes, 12 de diciembre de 2011

Semanario Nº 237º


El espantapájaros
En mi huerto tengo cuatro hileras de fresas, una verdad que
evidentemente ha sido proclamada, desde los techos, a todos los
pajarillos del vecindario. Por eso, pasé bastante tiempo construyendo
un espantapájaros, con palos de escoba, un abrigo viejo, un par de
pantalones y un sombrero blanco.
Lo que me esperaba, era una sorpresa, porque una mañana poco tiempo
después, un sabio petirrojo se hallaba situado encima del sombrero y
parecía estar cantando a voz en cuello: —¡Aquí hay fresas gratis! Vi
dos clases de pajarillos: los sabios y los necios. Los necios se
sentaron en los árboles, temerosos del espantapájaros. Los sabios
sabían que el espantapájaros era simplemente un aviso disfrazado.

La Biblia nos dice que hay personas sabias y personas necias. Moisés
envió a doce espías a reconocer la tierra prometida, una tierra de
frutos y bendiciones fabulosas. Diez de ellos tuvieron temor de los
"espantapájaros": los gigantes y las ciudades amuralladas. Dos
"pajarillos" sabios, Caleb y Josué, creyeron que Dios les había dado
la tierra. No se confundieron. Caleb calmó al pueblo que murmuraba
contra Moisés.
—Subamos, les dijo, y conquistemos ese país pues somos más capaces que
ellos (Números 13,30).
Dios bendice ricamente a los que viven por fe y no se detienen ante
los espantapájaros de la duda y el temor.

Decálogo de la tolerancia
1. Ser tolerante es ser paciente, comprensivo, respetuoso y
transigente con todos y cada uno de los seres humanos.
2. Conviene distinguir entre persona y conducta. A la persona se la
valora y se la comprende. De las ideas se puede y se debe discrepar.
3. La persona tolerante posee un nivel elevado de comunicación
efectiva: no se escuda en la tolerancia para no manifestar o defender
los principios, tampoco avasalla o impone a nadie sus ideas.
4. La tolerancia no es un simple acuerdo de no agresión, sino que
promueve el entendimiento de las personas e instituciones. Lleva a la
unidad.
5, El conformismo o la indiferencia ante el mal uso de las normas y
valores no es tolerancia, pues este valor bien entendido debe incluir
la ayuda mutua para buscar y encontrar lo mejor para las personas.
6. La tolerancia valora y respeta las diferencias como factores que
producen hermandad y potencian las relaciones.
7. Nadie posee toda la verdad, puesto que la Verdad es inalcanzable
para el ser humano.
8. Tolerar no debe llevar al relativismo y subjetivismo. No puede
constituirse en baluarte de la apatía intelectual ni quitarle fuerza a
la búsqueda de la verdad.
9. Las minorías y los débiles necesitan del apoyo de todos. La
verdadera democracia hace valer el voto de la mayoría, pero sin
descuidar o atacar a los grupos o personas más necesitadas.
10.La tolerancia no está reñida con el ejercicio de la autoridad. La
ley hay que cumplirla y hacerla cumplir.

Un corazón humilde y libre
Señor, enséñame a gozar de las cosas buenas sin necesidad de poseerlas
o de aferrarme a ellas. Te reconozco a ti como el único Salvador y rey
de mi vida. No permitas que pierda la serenidad cuando algo se acabe,
no dejes que me llene de angustias por temor a perder algo. Sólo
abandonándome ante ti podré sanar mis angustias, sabiendo que nada es
absoluto. Sólo tú. Señor mío, dame un corazón humilde y libre, que no
esté atado a las vanidades, reconocimientos, aplausos. Dame ese
desprendimiento, Señor, libérame del orgullo, para que pueda trabajar
intensamente, pero con la santa paz y la inmensa felicidad de un
corazón disponible. Te entrego todos mis deseos, todos mis sueños,
todas mis necesidades. Colma mi interior insatisfecho como tú quieras
y cuando quieras. Yo no quiero empecinarme en encontrar la felicidad a
mi modo y prefiero confiar en tu amor, que me dará lo que necesito y
me conviene. Gracias, Señor. Amén.

Genios
Tres náufragos llegaron a una isla desierta, cuando de pronto
encontraron una lámpara mágica. Los tres hombres la frotan, y al
instante sale el genio de la lámpara y les dice a los tres que les va
a conceder un deseo a cada uno. El primer hombre dice:
—Quisiera estar con mi familia y amigos. Y enseguida desaparece. El
segundo hombre dice:
—Quisiera estar cerca de mi familia y amigos. Y también desaparece.
El tercero y el último de los hombres dijo:
—Como echo de menos a mis queridos amigos, quisiera que regresaran a mi lado.

Pensamientos
- Cultiva el hábito de la risa. Sonríe y tu digestión mejorará; ríete
y tus cargas se aliviarán; ríete y tu vida se alargará. Este es el
secreto de la una vida larga, y ahora es tuyo. Og Mandino.
- ¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo
de volar? Hellen Keller.
- Señor concédeme fortaleza para cambiar lo que requiere cambio; valor
para aceptar lo que no se puede cambiar; y sabiduría para reconocer la
diferencia. Anónimo.
- El error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que
la emplea. Concepción Arenal.
- No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.
Alejandro Casona.
- El insulto es la razón del que no tiene razón. Quevedo.
- La rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido. Esopo.
- Debemos vivir y trabajar, en cada momento, como si tuviésemos la
eternidad ante nosotros. Gabriel Marcel.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Semanario Nº 236º


La escalera de caracol
Un carpintero se puso un día a construir una escalera de caracol para
llegar al cielo. Pasó un vecino, vio lo que estaba haciendo y le dijo:
—Si me regalas un pequeño pedazo, a mí me servirá mucho y a tu obra
casi no le perjudicará, ¿pudieras regalarme un tramo de tu escalera?
El carpintero se rascó la cabeza y se lo dio. El vecino se lo
agradeció y se fue contento.
Después vino otra persona y le explicó que permitiéndole usar unos
peldaños trabajaría y alimentaría a sus hijos. El carpintero accedió y
le regaló unos peldaños. El hombre se retiró contento y agradecido. El
carpintero continuó trabajando en su obra. Pasó por allí una pobre
mujer y le pidió que le regalara un pedazo de madera, ya que era
urgente arreglar una pared de su casa por la que se colaba el viento.
El carpintero accedió. La mujer se alejó contenta y agradecida.
Vinieron muchos más y el carpintero seguía accediendo. El invierno era
duro, la miseria muy grande y el carpintero daba a todos pedazos de su
escalera, aún para quemarlos como leña. Y decía: —No comprendo, mujer.
Mi escalera es cada vez más chica y, sin embargo, ¡subo por ella al
cielo! Ella le respondió:
—¿Acaso no te has dado cuenta que por tu generosidad el cielo está más
cerca de la tierra?
Que este día repartas... y subas un escalón más de tu escalera para
llegar al cielo.


Terapia del elogio
Renombrados terapeutas expertos en “familias”, comentaron una reciente
investiga-ción. Resulta claro que los miembros de las familias en
general son cada vez más fríos, no existe más cariño, no se da más
valor a las cualidades, solo se escuchan críticas. Las personas están
cada vez más intolerantes y se desgastan subrayando los defectos de
los otros. Por eso, las relaciones de hoy no duran.

No vemos a los hombres elogiar a sus mujeres o viceversa, no vemos a
los jefes valorar el trabajo de sus subordinados, no vemos nunca a los
padres e hijos apreciándose. Solo vemos personas superficiales,
fanáticos de artistas, cantores, de personas que usan la imagen para
ganar dinero. Esa ausencia de elogio ha afectado mucho a las familias.
La falta de diálogo en los hogares y el exceso de orgullo impiden que
las personas digan lo que sienten. Así destruyen sus matrimonios, y
acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de su
casa.

Valora tu familia, amigos, alumnos, subordinados. Elogia al buen
profesional, la buena actitud, la ética, la simpatía de tus
compañeros/as, el comportamiento de tus hijos. Observa lo que agrada a
las personas. En fin, somos parte de una sociedad en la que uno
necesita del otro, y los elogios son motivación importante en la vida
de cualquiera. ¿Cuántas personas podrías hacer feliz hoy elogiándolas
de alguna manera? ¡Yo comienzo! ¡Tú eres muy especial y en verdad el
mundo es más bonito... por tu causa!

Por los seres queridos
Dios mío, que derramas vida por todas partes, te doy gracias por mis
seres queridos, que son un regalo de tu amor infinito. Tú los creaste
con inmensa ternura y los confiaste a mi cuidado. Sabes bien, Señor,
que es una misión muy grande y delicada. Muchas veces dudo, me lleno
de temores, y no sé cómo actuar. Por eso estoy aquí, en tu presencia
para dejarlos en tus brazos. Tú conoces sus necesidades más profundas.
Sabes mejor que nadie cómo están hechos. Ayúdalos, Dios mío, para que
vivan felices, sanos y fuertes. Rodéalos con tu protección divina,
para que nada ni nadie les haga daño, y enséñales a enfrentar las
dificultades de la vida. Entra en ellos, Jesús, para hacerles
experimentar tu amor que los sostiene. Que te conozcan, Señor, que
crezcan en tu amistad, y que encuentren en tu compañía el mejor apoyo.
Amén.

Jaimito reprobado
La maestra reparte las pruebas y lee las notas:
—Luisito un diez, Pedrito un ocho, Juanito un seis y Jaimito un cero.
—Oiga, señorita, ¿y por qué a mí me puso un cero?
—Porque has copiado el examen de Pedrito.
—¿Y usted cómo lo sabe?
—Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última
pregunta Pedrito respondió:
—Ésa, no me la sé, y tú has puesto:
—Yo tampoco.

Pensamientos
– Aprende a ser dueño de tus estados de ánimo negativos, mediante una
acción positiva. Si te sientes deprimido, canta; si te sientes triste
ríe; si te sientes enfermo redobla tu trabajo; si sientes miedo
lánzate delante. Og Mandino.
- Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia
insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea,
y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del
momento creativo. Juan Pablo II.
- Si no plantamos el árbol de la sabiduría cuando somos jóvenes, no
podrá prestarnos su sombra en la vejez. Lord Chesterfield.
- Nunca sabe un hombre de lo que es capaz hasta que lo intenta. Charles Dickens.
- No es más fuerte la razón porque se diga a gritos. Alejandro Casona.
- Unidos, nos mantendremos en pie; divididos, nos caeremos. Esopo.
- Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive. Gabriel Marcel.
Gracias por tu visita!!!