domingo, 29 de junio de 2014



  29 junio 2014 – Santos Pedro y Pablo A – Iglesia agredida – Resonancias de la Palabra

Tesoros del Vaticano
En la actualidad, todavía hay, incluso católicos, que critican los tesoros del Vaticano, como diciendo que la Iglesia no tiene sensibilidad social y debería vender esos tesoros para dar de comer a los pobres. Pero ¿alguna persona inteligente puede creer que vendiendo todas las obras de arte del Vaticano o de las iglesias del mundo entero se acabaría la pobreza del mundo? ¿Serviría de algo regalar todo el dinero recaudado? Además, esos tesoros están al servicio de toda la humanidad, que puede visitarlos en el Vaticano. Si se vendieran, estarían sólo al servicio de los pocos ricos que pudieran comprar esos tesoros y los pobres seguirían siendo pobres. Muchas veces, la pobreza depende del poco espíritu de trabajo, de la poca educación de la gente o también de la injusticia social y de la mala distribución de la riqueza, pues todo se lo aprovechan unos pocos, dejando en la miseria a la mayoría.

Recordemos que la Iglesia atiende a millones de alumnos pobres, a la mitad de los enfermos del sida y a miles de leprosos y discapacitados del mundo entero. Tiene muchísimas instituciones de caridad y muchos Institutos religiosos destinados a la caridad y a la educación. No está de más recordar que la Iglesia fue quien comenzó a construir hospitales en Europa y la que más luchó contra la esclavitud. Actualmente, es la Institución que más se preocupa de los inmigrantes, huérfanos, minusválidos y niños de la calle.


Reducciones del Paraguay
Un caso especial merecen las Reducciones del Paraguay. Veamos lo que dice de ellas el famoso filósofo francés, blasfemo y anticlerical, Voltaire: Cuando las Reducciones fueron arrebatadas a los jesuitas, en las misiones del Paraguay, en 1768, los indios habían llegado al grado más alto de civilización que un pueblo joven puede alcanzar... En las misiones se respetaba la ley, se llevaba una vida limpia, los hombres se consideraban como hermanos, florecían las ciencias útiles y aún algunas de las artes más bellas; y en todo reinaba la abundancia. Ahora sólo quedan en la selva unas ruinas ciclópeas de iglesias misionales, restos de casas, talleres y graneros como triste testimonio de la victoria de la Ilustración, es decir, del dominio de la Razón sobre Dios y el Evangelio.

El historiador francés Clovis Lugon dice de ellas: Ninguna región de América conoció en la época una prosperidad tan general ni un desarrollo económico tan sano y equilibrado. Entre 1608 y 1768 vivieron en las Reducciones unos 1.500 jesuitas y tuvieron 32 mártires, pero los gobiernos anticlericales y masones de España y de otros países europeos no descansaron hasta que fueron expulsados de sus territorios.


Museo del ateísmo
Se ataca a los católicos de moralistas y rigoristas, pero mucho más lo han sido los gobiernos comunistas.  En la Unión soviética, China y otros países dominados por el comunismo, había pena de muerte contra los que producían material pornográfico y, en general, para quienes se desviaban de la moral oficial del partido. Eran fusilados, incluso quienes cometían actos homo-sexuales consentidos entre adultos y lo mismo se hacía con los violadores y pederastas.

En Vilnius, la capital de Lituania, durante la dominación soviética, el gobierno comunista había convertido la iglesia de san Casimiro en un museo de ateísmo. Entre otras vulgaridades, había una foto del Papa rodeado de cardenales y obispos con un escrito que decía: ¿Para qué sirven estos payasos? ¿Para qué sirven sus ridículas costumbres? Estos parásitos viven del pueblo. Pero en diciembre de 1989, el jefe del gobierno ruso Mijael Gorbachov, después de visitar al Papa, dijo textualmente: Hemos hablado de muchas cosas. Me parece que mis preocupaciones han sido escuchadas con comprensión por el Santo Padre al igual que ha escuchado mis explicaciones sobre los problemas que tenemos ahora en nuestro país. Podríamos preguntar: ¿Realmente el Papa no sirve para nada? ¿Por qué entonces el jefe supremo de Rusia quiere entrevistarse con él y pedirle ayuda?  

  La revolución francesa
Muchos ateos o agnósticos hablan frecuentemente de que las religiones deberían desaparecer de la faz de la tierra, porque todas son fuente de violencia. Según ellos, la paz vendría automá-ticamente, si no hubiera religiones. Evidentemente eso no se lo creen ni ellos mismos. De todos modos, lo  que sí hacen es atacar al cristianismo y, de modo especial, a la Iglesia católica.

Pero los ateos en sus gobiernos ¿han sido pacíficos y animadores de la paz? Nada más falso. Cuando vino la revolución francesa, con la que se trató de destruir toda sombra de religión y de Dios, poniendo en su lugar a la diosa Razón, sucedieron los peores atropellos jamás vistos hasta entonces. Ellos, que hablaban mucho de los derechos del hombre y de la igualdad, fraternidad y libertad, cometieron un enorme genocidio. El historiador Secher afirma que en la región de la Vendée, de 10.000 kilómetros cuadrados, masacraron a 120.000 personas. Destruyeron sistemá-ticamente casas, cultivos y ganado para matar de hambre a los sobrevivientes. El general jacobino Westerman, que venció a los rebeldes, que no aceptaban las nuevas ideas antirreligiosas, escribió al gobierno de París: La Vendée ya no existe, ha muerto bajo nuestra libre espada con sus mujeres y niños. Acabo de enterrar a un pueblo entero en las ciénagas y los bosques de Savenay. Ejecutando sus órdenes, he aplastado a los niños bajo los cascos de los caballos y masacrado a las mujeres que así no parirán más bandoleros. No tengo que lamentar ningún prisionero. Los he exterminado a todos.

La Iglesia ¿causa de todos los males?
Algunos ven a la Iglesia católica como la causa de todas las desgracias de la humanidad. Nietzsche en su obra El anticristo dice esto, refiriéndose concretamente a la Iglesia protestante de Dinamarca, pero muchos se lo aplican a la Iglesia católica, calificándola de oscurantista, anticuada e intolerante. El hecho de que la Iglesia no acepte el aborto o los anticonceptivos o el matrimonio homosexual..., es visto como si fuera enemiga de la cultura y de la modernidad.

Pero la Iglesia tiene dos mil años de historia y no está al vaivén de las opiniones de cada época. El relativismo reinante afirma que nadie puede conocer la verdad. Cuando la Iglesia habla de verdades seguras y absolutas, basadas en el Evangelio, la califican de intolerante, como si uno no pudiera tener derecho a conocer la verdad y a no vivir sólo de opiniones.  Pero es curioso, todos los que hablan contra la intolerancia religiosa, son intolerantes con ella y le imponen sus opiniones ya sea en educación, en cuestiones de aborto, homosexualidad… Suprimen todo signo religioso en escuelas o edificios públicos y fomentan todo lo que sea anticristiano, rechazando lo católico, especialmente, con leyes y normas en política, educación, etc.

Las Cruzadas
Según el historiador norteamericano Thomas Madden, hay muchos mitos sobre las Cruzadas. Así lo explica en su libro A concise history of the crusades. Uno de los mitos es creer que fueron guerras de agresión contra un mundo musulmán pacifico. Esta es una afirmación equivocada, pues los musulmanes, desde los tiempos de Mahoma, intentaron conquistar el mundo cristiano. En el siglo XI ya habían conquistado dos terceras partes del mundo cristiano (Palestina, Egipto, Asia Menor, Norte de África, España…).

Vittorio Messori dice: En 1453, tras siete años de asedio capitula y es islamizada la misma Constantinopla, la segunda Roma. El rodillo islámico alcanza los Balcanes y, como por milagro, es detenido y obligado o retroceder ante los muros de Viena.  Todavía hoy, ¿qué país musulmán reconoce a los otros, que no sean los suyos, los derechos civiles o la libertad de culto? ¿Quién se indigna ante el genocidio de los armenios ayer o de los sudaneses de hoy? Un simple repaso a la historia, incluso en sus líneas generales, confirma una verdad evidente: una cristiandad en continua postura defensiva respecto a una agresión musulmana, desde los inicios hasta hoy… ¿Deberán ser quizás los católicos quienes se hagan perdonar por aquel acto de autodefensa, por aquel intento de tener al menos abierta la vía de la peregrinación a los lugares de Jesús, que fue el ciclo de las Cruzadas?.

Todas estas notas son del P. Ángel Peña en “Coraje de ser católico" www.autorescatolicos.org

domingo, 22 de junio de 2014



                  22 junio 2014 – Corpus Christi A – Pan de Vida – Resonancias de la Palabra

Sorpresa de Don Bosco
El año 1854, dice Don Bosco: “Una mañana, cuando no había en casa más sacerdote que yo, celebraba la misa de la comunión, como de costumbre. Después de consumir la hostia y el cáliz, empecé a repartir la santa comunión a los muchachos. Había en el copón unas pocas hostias, tal vez diez o doce. Al principio, como se presentaron pocos, no vi la necesidad de partirlas, pero, después de comulgar los primeros, llegaron otros y luego más, de modo que se llenó el comulgatorio tres o cuatro veces. Hubo por lo menos cincuenta comuniones. Yo quería volver al altar, después de comulgar los primeros, para partir las partículas que quedaban; pero, como me parecía que estaba viendo en el copón siempre la misma cantidad, seguí repartiendo la comunión. Y así continué sin advertir que disminuyeran las partículas y, cuando llegué al último de los que querían comulgar, encontré en el copón, con enorme sorpresa, una sola y con ésta le di la comunión. Sin saber cómo, yo había visto multiplicarse aquellas hostias”. (A. Peña).

Un niño pregunta a su catequista
¿Cómo es posible que un Dios tan grande esté en una hostia tan chiquita?
¿Y cómo es posible que un paisaje tan grande, que tienes ante tu vista, pueda estar metido dentro de tu ojo tan pequeñito?, ¿no podría hacer Dios algo parecido?
¿Y cómo puede estar presente al mismo tiempo en todas las hostias consagradas?
Piensa en un espejo. Si se rompe en mil pedazos, cada pedacito refleja la imagen que antes reproducía el espejo entero. ¿Acaso se ha partido la imagen? No, pues así Dios está todo entero en todas las  partes y en cada hostia.
¿Y cómo es posible que el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y sangre de Cristo?
Cuando tú naciste eras pequeñito y tu cuerpo iba asimilando el alimento que comías y cambiándolo en tu cuerpo y sangre, y así ibas creciendo. ¿Y Dios no podría cambiar también el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesús?
¿Pero yo no comprendo el por qué de todo esto?
Porque tú no comprendes de lo que es capaz el amor de un Dios. Todo es por amor. la Eucaristía es la prueba suprema del amor de Jesús. Después de esto, sólo queda el cielo mismo. Por eso, los santos daban tanta importancia a la comunión.  (A. Peña).


Atracción de Jesús en el sagrario
Un Jueves Santo de 1939, cerca del Polo Norte, cuenta el P. Llorente, jesuita de Alaska: “Había una tormenta de nieve fuera de lo común con más de 40 grados bajo cero. Me preparé para celebrar la misa yo solo en nuestra pequeña capilla. De pronto, oigo un toque a la puerta. Era una mujer esquimal de cincuenta años totalmente cubierta de nieve, pues venía de lejos, que me dice: Padre, no podía resistir y me eché a la calle, confiando en Jesús. No quería perderme la comunión en este día. Me he extraviado varias veces por el camino y creí que iba a morir en algún ventisquero; pero me encomendé a Dios y luego torcí por el camino y no sé cómo, de repente, me encontré a la puerta de la Iglesia. Todo lo hice por comulgar”. ¿Estarías tú dispuesto a exponer tu vida por amor a Jesús Eucaristía? (A. Peña).


Ciudad del Santísimo Sacramento
En mayo de 1453, unos ladrones robaron en Exilles (Italia) una custodia con el Santísimo Sacramento y se dirigieron a Turín para venderla. Llegaron el seis de junio. Al llegar, la mula se cayó a tierra y no se la pudo hacer levantar. Además, se le rompieron las cuerdas y todo lo que llevaba se cayó al suelo Entonces, la hostia salió de la custodia y se alzó milagrosamente en el aire, irradiando resplandores más brillantes que el sol. Era algo luminoso y maravilloso. Allí estaba Jesús, transfigurado en una luz divina que todos podían ver. Se avisó al obispo, Luis Romagnono, quien acudió con todos los canónigos en solemne procesión. Se postraron y adoraron a Jesús, diciendo: “Quédate con nosotros, Señor”. Entonces, un sacerdote alzó un cáliz y la hostia fue bajando lentamente hasta colocarse en él. En aquel lugar del suceso se erigió la basílica del Corpus Domini para recordar el milagro y que ha hecho de Turín la “ciudad del Santísimo sacramento”. En 1953 hubo en Turín un Congreso eucarístico nacional para celebrar los quinientos años del milagro. (A. Peña).

Una ola gigantesca se detuvo
El 31 de mayo de 1906 ocurrió un gran milagro en Tumaco (Colombia). Hubo un fuerte sismo y, como efecto del mismo, las aguas del mar parecía iban a inundar y anegar el pueblo entero. Entonces, el párroco P. Gerardo Larrondo, agustino recoleto, se fue en procesión con la gente hasta la playa, llevando la custodia con el Santísimo. En aquel momento, vieron todos venir una ola gigantesca, que parecía que los iba a tragar a todos. El Padre hizo la señal de la cruz con el Santísimo y ocurrió lo increíble, la ola vino a estrellarse contra el párroco, alcanzándole solamente hasta la cintura; pero no tocó la custodia que tenía en alto. Y ahí quedó la fuerza del mar, que volvió a quedar en total tranquilidad, mientras todos empezaron a gritar emocionados: Milagro, Milagro. Aquella ola se había detenido instantáneamente y la enorme montaña de agua, que amenazaba borrar a todo el pueblo, se detuvo ante Cristo Eucaristía y empezó su retroceso hasta desaparecer, volviendo el mar a su nivel normal. (A. Peña).

Realmente presente y vivo
El 2 de Abril de 1290, en París, ocurrió un hecho extraordinario. Un judío llamado Jonatás se consiguió una hostia consagrada de una feligresa de la parroquia de Saint Merry. Sobre la hostia descargó su rabia y, a golpes de cuchillo, la masacró. Entonces, comenzó a correr la sangre y él se asustó. La echó al fuego y se elevó milagrosamente sobre las llamas. La arrojó en una olla de agua hirviendo y ensangrentó la olla. Después se levantó en el aire y tomó la forma de un crucifijo. Por fin, se posó sobre un platillo... Una feligresa, que corrió al oír los gritos, la recogió y la llevó al sacerdote. La casa, donde ocurrió este hecho, la hicieron capilla al año siguiente y hay dos documentos originales, que certifican la veracidad de este suceso. En ellos se habla también de la conversión de la esposa de Jonatás y de sus hijos y de varios de sus correligionarios. (A. Peña).

Respeto, amor y devoción
Cuenta san Pío de Pietrelcina: Una tarde, mientras estaba solo en el coro orando, vi a un fraile joven, quitando el polvo del altar mayor y colocando floreros; en una palabra, arreglando el altar. Creyendo que era fray León, me asomo y le digo:
— Fray León, vete a cenar, no es momento de arreglar el altar.
Entonces, una voz, que no era la de fray León, me responde:
— No soy fray León.
— Entonces, ¿quién eres?
— Soy un hermano tuyo, que hice aquí el noviciado. La obediencia me dio el encargo de limpiar el altar mayor durante el año de noviciado. Pero, muchas veces, falté al respeto a Jesús sacramentado, pasando delante del altar sin hacer la genuflexión ni reverenciar a Jesús que estaba en el sagrario. Por estas graves faltas estoy todavía en el purgatorio. Ahora el Señor, en su infinita bondad, me ha enviado a ti para que pueda salir de aquí, cuando celebres una misa por mí.
Creo que, si en vez de faltas de respeto, le diéramos a Jesús muestras de amor, trayéndole flores o velas para el altar..., si al estar en la iglesia estuviéramos con más respeto, amor y devoción, recibiríamos muchas más bendiciones en alegría, paz y amor para ser más felices; porque Jesús no se dejará ganar en generosidad. (A. Peña).

Valor de una Hora Santa
El Papa Juan Pablo II beatificó a Dina Belanger. Era una mujer canadiense que oraba con gran devoción ante el Santísimo Sacramento. Antes de su hora santa, Jesús le mostraba multitudes de almas al borde del precipicio del infierno. Pues bien: ella podía ver estas mismas almas en las manos de Dios después de su hora santa. Jesús le dio a la venerable Dina, un mensaje para transmitir a la Iglesia. El valor de una hora santa es tan grande, que lleva a multitudes de almas de la orilla del infierno a las mismas puertas del cielo. (A. Peña).

domingo, 15 de junio de 2014



15 junio 2014 – Santísima Trinidad A  – Resonancias de la Palabra

Dibujo libre
Un poeta escribió que “los niños vienen a la tierra con todo el cielo enredado en los ojos”. Sin duda quiso expresar que tienen unos ojos tan inocentes y puros que nos hacen pensar en la santidad de ese Dios que es todo luz y pureza, “en quien no hay tiniebla alguna” (1Jn 1,5). Lee la anécdota de una niña que parecía traer a Dios prendido en la diafanidad de sus recuerdos…

Una maestra de Jardín observaba a sus alumnos mientras hacían un dibujo libre que les había pedido. Al llegar al lado de una niñita que muy concentrada hacía su trabajo, la maestra le preguntó qué era aquello que dibujaba. La niña le respondió: “Estoy dibujando a Dios”. La maestra le replicó: “Pero es que nadie sabe cómo es Dios, porque nadie lo ha visto”.Sin levantar siquiera la vista del dibujo, la niñita añadió muy segura: “Lo verán dentro de un minuto”.

“Si no vuelven ustedes a ser como niños, no entrarán en el Reino de los cielos”, dijo Jesús. Los niños son puros, inocentes, sencillos, sinceros, humildes, confiados. Pidamos al Señor con insistencia que estas cualidades vayan configurando nuestro corazón para poder ver ese divino rostro que sólo se revelará a los puros de corazón.

Totalmente diferente
Hay una leyenda, narrada por un escritor alemán moderno. En un monasterio, vivían dos monjes entre los que existía una profunda amistad. Uno se llamaba Rufus y el otro Rufinus. En todas sus horas libres no hacían sino tratar de imaginar y describir cómo sería el cielo. Rufus, que era maestro de obras, se lo imaginaba como una ciudad con puertas de oro, cuajada de piedras preciosas. Rufinus, que era organista, lo soñaba resonando con melodías celestes.

Al final, llegaron a un acuerdo: el primero que muriese de ellos, volvería la noche siguiente para asegurar al amigo que las cosas sucedían como habían imaginado. La contraseña consistiría solamente en una palabra. Si pasaba como habían pensado, diría simplemente: taliter, es decir, así es. Si fuese de otro modo, diría: aliter, es decir, diferente.

Una tarde, mientras estaba al órgano, el corazón de Rufinus se detuvo. El amigo veló tembloroso toda la noche, pero no pasó nada. Esperó con vigilias y ayunos semanas y meses, pero no pasó nada. Finalmente, en el aniversario de la muerte de Rufinus, de noche, en un halo de luz, entra en su celda el amigo. Viendo que callaba, le pregunto: ¿Taliter? ¿Así es? Pero el amigo sacudió la cabeza en ademán negativo. Desesperado, gritó entonces: ¿Aliter? ¿Es diferente? De nuevo, el signo negativo de cabeza.

Y, finalmente de los labios cerrados del amigo brotaron como un soplo dos palabras: totaliter aliter, es decir, totalmente diferente. Rufus comprendió en un abrir y cerrar de ojos que el cielo es infinitamente más de lo que habían imaginado, que es algo indescriptible; y, al poco tiempo, murió también él por el deseo de experimentarlo. P. Ángel Peña en “Experiencias de Dios”.

¡Cuánto te ama Dios!
La Biblia es una carta de Dios que nos ama. Medita estas frases: Yo soy tu proveedor: miro por tus necesidades, (Mt 6, 31-33). El plan que tengo para tu futuro está siempre lleno de esperanza, (Jer. 29, 11). Yo te amo con amor eterno, (Jer. 31, 3). Me regocijo por ti con cantos de alegría, (Sof. 3, 7).Tú eres de gran precio para mí, porque eres valioso, (Is.43, 4). (Sigue).

Si Dios tuviera una heladera, tu fotografía estaría pegada a su puerta. Si él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. Él te envía flores cada primavera. Él te regala un amanecer soleado cada mañana. Las veces que deseas hablar, él te escucha. Él puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligió... tu corazón. Reconócelo como amigo. ¡Él está loco por ti! Dios no prometió días sin dolor, risas sin penas, sol sin lluvias, pero prometió fortaleza para el día,
consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que murió por ti. Ahora mismo,  abre tu corazón y déjate amar por Dios.

Yo deseo afirmarte dándote todo mi corazón y toda mi alma, (Jer. 32, 41). Deléitate en mí y te concederé las peticiones de tu corazón, (Sal. 37, 4). Porque yo soy el que produce en ti el querer y el hacer, (Flp. 2, 13). Yo también soy el Padre que te consuela y reconforta en todos tus problemas, (2 Cor. 1,3-4). Como el pastor carga a un cordero, yo te cargo a ti cerca de mi corazón, (Is. 40, 11). La Palabra de Dios fortalezca tu confianza en el Señor., uno y trino.

Gabriela Bossis (1874-1950)
Esta gran mística francesa recibía mensajes de Jesús en los que le pedía una vida de comunicación amorosa y sencilla con Él. En su libro Él y Yo, que es su Diario y, tiene más de 50 ediciones, ella nos va desgranando los mensajes recibidos. Jesús quería que su vida fuera un continuo acto de amor y comunicación amorosa con Él. Veamos un mensaje: Un Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, puede producir allá a lo lejos una conversión, cambiar la actitud de un gobernante, pacificar un pueblo, ayudar al Papa, extender la acción de los misioneros, hacer vivir a Dios en el interior de las almas, someter a un moribundo difícil. ¿Qué no podrá lograr un solo Gloria al Padre, animado por la divina misericordia? (Nº 1477)
Santa Faustina Kowalska escribió en su Diario: Durante la misa, de repente, fui  unida a la Santísima Trinidad. Conocí su Majestad y su Grandeza. Estaba unida con las tres personas. Cuando estaba unida a una de estas venerables personas, al mismo tiempo estaba unida a las otras dos personas. La felicidad y el gozo que se comunicaron a mi alma son indescriptibles. Me apena no poder expresar con palabras aquello para lo cual no existen palabras.

Entre truenos y relámpagos
Un niño es el regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y el torbellino de la vida que se agita, que salta, que corre, que sueña, que sonríe y se duerme. Un niño es siempre una esperanza, un por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a la fatiga. Un niño es un misterio impenetrable; ¿qué será de él en el futuro?

Una nena, como todos los días fue caminando a la escuela, a pesar del mal tiempo y de las nubes oscuras. A los pocos minutos el viento arreció y empezaron los rayos y los truenos. La madre pensó que su hijita podría tener miedo en el camino, pues ella misma estaba asustada por la tormenta. Preocupada, la madre entró a su auto, y se dirigió a la escuela. En el camino encontró a su hija caminando, y notó que a cada relámpago la niña se detenía, miraba hacia arriba y sonreía. Cuando la niña subió al auto, la madre le preguntó muy curiosa: ¿Qué estabas haciendo? La niña le respondió: Estaba sonriendo, porque Dios no paraba de sacarme fotos.

Un niño es el interrogante permanente sobre el mundo que hemos construido, sobre los valores que nos movilizan, sobre el destino de nuestra humanidad... ¿Saldría el sol cada mañana si ellos no iluminaran nuestras noches? ¿Podríamos vivir sin su bullicio, sin sus sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas? (Anónimo). Agradezcamos este don del Cielo. P. Natalio.

El Padrenuestro de Dios
Por devoción a Cristo, que nos enseñó el Padrenuestro, éste ha de ser tu oración preferida entre todas las oraciones. Es bueno profundizarla, recitarla con frecuencia, venerarla. Pero mejor que recitarla, es recrearla y meditarla. Es la oración de los discípulos de Jesús. En el Catecismo de la Iglesia Católica se le dedica un amplio espacio para explicarla con detención.

Hijo mío que estás en la tierra, preocupado, solitario, tentado. Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio como santificándolo, porque te amo. No, no estas sólo, sino, habitado por mí, y juntos construimos este reino del que tú vas a ser el heredero. Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz. Ya que la gloria de Dios es el hombre viviente. Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy, no te preocupes, sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos. Sabes que te perdono todas tus ofensas antes incluso de que las cometas. Por eso te pido que hagas lo mismo con los que a ti te ofenden. Para que nunca caigas en la tentación, tómate fuerte de mi mano  y yo te libraré del mal, pobre y querido hijo mío. José Luis Martín Descalzo.

Acabas de leer una recreación del Padrenuestro desde el punto de vista de Dios. Visión refrescante que da nueva luz a esta oración tan antigua y repetida. Algo más: las dos partes del Padrenuestro animan a prestar atención en primer lugar a los problemas de Dios, y luego a los nuestros. Te invito a rezar el Padrenuestro en clave de acción de gracias. P. Natalio.

Gracias por tu visita!!!