domingo, 27 de octubre de 2013

Semanario  Nº 335º
Pan con manteca
En un jardín de infantes de un Colegio de Hermanas había una niña, por
nombre Elena, muy buena, pero también muy pobre. Un día advirtieron
las compañeritas que al rezar el Padrenuestro, decía: "Danos hoy
nuestro pan de cada día… con manteca”, y se echaron a reír, y fueron a
contarlo a la Hermana.

Manifestó entonces la niña que como su madre había quedado viuda con
seis hijos, se había visto obligada a suprimir la manteca. Mas la
pobre niña no se resignaba a ello; y por eso, al rezar el Padrenuestro
pedía el pan… con manteca. La religiosa le dijo que podía continuar
pidiéndolo al Niño Jesús, pero que no lo hiciera en voz alta, para que
no se riesen las demás.

Dios oyó la oración de Elena, porque una de las otras niñas contó en
su casa lo ocurrido en el colegio y, al saberlo, la mamá procuró
enterarse del nombre y dirección de la madre de Elena, y mandó a su
empleada doméstica que cada día dejara un paquete de manteca en esa
casa. Cuando lo vio, Elena le dijo muy contenta a su madre: - Mamá; ya
tenemos aquí la manteca que le he pedido al Niño Dios...

Apaga la televisión

Evita caer en la tentación de la televisión y su creciente número de
canales como forma de pasar el tiempo. Cada día estamos ante ella un
promedio de tres horas. Huye de la ilusión de que estás informado
porque ves el noticiero. Lee más. Pasea más. Escribe más a quienes
amas. Aprende nuevas habilidades. Si hay niños pequeños en la casa,
mira la tele con ellos y dales criterios para elegir. Dales
alternativas, léeles cuentos, participa en sus juegos. Proponte leer
todas las noches media hora. y recuerda: detrás de los medios de
comunicación y de Internet hay grandes intereses políticos, sociales y
económicos. Sé crítico con la información y contrástala. Separa los
hechos de las opiniones y busca apasionadamente la verdad en todo
momento, sin dejarte manipular. (Juan Yzuel).

Poder de la oración

Podría definirse la oración como el esfuerzo del hombre por alcanzar a
Dios y comunicarse con este ser invisible, creador de todas las cosas,
suprema sabiduría, verdad, belleza y fortaleza, padre y redentor de
cada ser. Cuando en ferviente oración nos dirigimos a Dios, tanto el
alma como el cuerpo experimentan una sensible mejoría. Uno puede orar
en las calles, los teatros, las oficinas, las escuelas, como así
también en el recogimiento de la propia habitación o en medio de
multitudes. No hay prescripciones respecto a posturas, tiempo o lugar.
Sin embargo para poder moldear la personalidad, es necesario que la
oración se convierta en un hábito. De poco sirve orar por la mañana,
si se vive el resto del día como un ateo. La verdadera oración moldea
la vida y una vida auténtica exige la oración. La oración es,
ciertamente, el medio más importante para reconstruir y rehabilitar a
un hombre.  (Alexis Carrel).

Proyectos en el neurosiquiátrico

—Con el dinero que estoy ahorrando - dice un loco a otro - me voy a
comprar una moto.
—Yo, no; yo me voy a comprar una vaca.
—Pero ¿tú has pensado lo ridículo que vas a estar sobre la vaca,
cuando quieras hacerla correr?
—¿Y tú no te imaginas cómo se van a reír cuando quieras ordeñar la moto?

Pensamientos

- Más nos estorba y nos daña el ruido que llevamos dentro que el de
fuera. Vicente Gar-Mar.
- Puedes engañar a todo el mundo por algún tiempo. Puedes engañar a
algunos por todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo por
todo el tiempo. Abrahán Lincoln.
- Con el metro que midas, te medirán. Refrán
- Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por
éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo. Benjamín
Franklin.
- Ser tentado es signo de que el alma es muy grata a Dios. San Pío de
Pietrelcina.
- La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del
día de hoy. Séneca.
- Me parecería haber cometido un robo, si hubiese pasado un día sin
trabajar. Luis Pasteur.
- No te dejes desalentar por los fracasos. Si has tratado de hacer la
voluntad de Dios, cada fracaso puede ser un éxito a sus ojos, porque
ese es el medio que Dios ha elegido. Observa el ejemplo de Jesús en la
cruz. Nguyen Van Thuan.

domingo, 20 de octubre de 2013

Semanario  Nº 334º
Extraño joven pide comida

Un joven macilento, en harapos y descalzo se presentó en la puerta del
convento atendida en aquella ocasión por santa Faustina. Era un día
muy frío y lluvioso y el mendigo parecía congelado por el riguroso
invierno. Pidió algo caliente para comer… Corrió la portera a la
cocina, pero no encontró nada para los pobres. Sin embargo, después de
buscar un rato encontró un poco de sopa que enseguida calentó,
poniendo en ella un poco de pan desmigajado. Volvió contenta y se lo
dio al pordiosero que lo comió ávidamente.
En el momento que le retiraba el tazón, una voz interior le dijo que
era el mismo Jesús, Señor de cielo y tierra, a quien había socorrido.
Pero en cuanto lo vio tal como es, desapareció de su vista. Cuando se
dirigía hacia el interior del convento, pensando en lo que había
sucedido, oyó estas palabras en el alma: Hija mía, han llegado a mis
oídos las bendiciones de los pobres que, alejándose de la puerta me
bendicen y me ha agradado esta misericordia tuya dentro de los límites
de la obediencia, y por eso he bajado del trono para gustar del fruto
de tu misericordia. Santa Faustina algo había presentido, cuando
observando al joven se preguntaba a sí misma: ¿Qué clase de pobre es
éste del cual se transparenta tanta modestia?

Actitud positiva

Normalmente encontramos dos clases de personas en la vida: las que
siempre esperan lo peor en cualquier situación, y las que imaginan lo
mejor y esperan lo positivo. ¿En cuál grupo estás? ¿Con los pesimistas
o con los optimistas? Ojalá seas de aquellos que, cuando se propone
algo bueno, comienzan a generar ideas para ver cómo se puede hacer. En
efecto, es desesperante tratar a los que buscan razones y sinrazones
para mostrar que algo no se puede hacer. Que un día lluvioso sea para
ti un día diferente y no un día terrible, que veas en cada obstáculo
un desafío y no un problema. Está demostrado que atraemos lo que
pensamos. De ahí que si esperas lo peor vas a encontrarlo. Elige
concentrarte en lo positivo. Pobre de ti si en cada heridita ves ya
una hinchazón, en cada resfriado una pulmonía y en cada llovizna una
tempestad. Ten presente que el optimista siempre gana, ya que él nunca
anticipa dolores ni angustias posibles o probables. Tú también elige
contemplar la cara risueña de la existencia.

¡Ven, Espíritu Santo!

¡Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor!
Envía, Señor, tu Espíritu para darnos nueva vida.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos. Dios Padre nuestro,
que iluminaste los corazones de tus fieles
con la luz de tu Espíritu Santo,
haz que –guiados por ese mismo Espíritu–
sepamos discernir lo que es recto
y gocemos siempre de su alegría. Por JC nuestro Señor. Amén.

Humor en el fútbol

En la cancha desde la tribuna estaban cargando a un futbolista que era cabezón.
—¡Cabeza de zapallo!
—Tenés la cabeza como un globo terráqueo.
De pronto un señor le grita al cabezón:
—¡No le hagás caso! Vos tenés la cabeza común…
—¡Gracias, hermano! —exclamó el futbolista.
—…común camión!!!  Aplausos y carcajadas en la tribuna.

Pensamientos

- Solamente una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.
Albert Einstein.
- La paciencia en un momento de enojo evitará cien días de dolor.
Proverbio Tibetano
- Los hombres fraternales son la salud del mundo. José Alzin.
- Haz todo el bien que puedas; por todos los medios que puedas; de
todas las maneras que puedas; en todos los lugares que puedas; tantas
veces como puedas; a todas las personas que puedas, por todo el tiempo
que puedas. John Wesley.
- El silencio es el ambiente en el que crecen todas las grandes
realizaciones. Carlyle
- Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca
lo contrario de lo que se piensa. André Maurois
- Todos para uno y uno para todos. Alejandro Dumas
- Un camino de mil millas comienza con un paso. Benjamín Franklin.
- El fracaso fortifica a los fuertes. Saint Exupery.

domingo, 13 de octubre de 2013

Semanario  Nº 333º
Felices los hombres de paz
En New London, una ciudad pequeña de Conneticut, se dispuso una semana
de moratoria de las armas: los ciudadanos fueron invitados por el
alcalde a entregar las armas que poseían, con la promesa de que no
serían interrogados por la policía, ni se les pediría nombres ni otros
datos.
El único que se presentó hasta el momento de esta nota a la central de
policía, como respuesta al llamamiento, fue Robert Allen, de cuatro
años. Con expresión extremadamente seria, Robert entregó a un agente
dos pistolas metálicas, un revólver de plástico y un fusil-radio del
“servicio secreto”.
Robert al entregar sus armas expresó: —Entrego mis armas porque no
deseo matar a nadie.
Robert Allen fue acompañado a la policía por una dama, su madre, quien
expresó: —La idea fue de él, y me obligó a acompañarlo.
Jesús dijo: —Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro
muere (Mateo 26, 52).

Amabilidad

¡Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos
estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco
más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de
su frialdad. O bien uno ha dicho a la ligera una palabra que nos ha
disgustado, acaso un imprudente nos recordó palabras proferidas contra
nosotros, y de todas estas tonterías hacemos una montaña. Como triste
consecuencia queda una amistad turbada y quizás perdida por algo que
no mereció la pena haberlo tenido en cuenta.
Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan podido causar;
no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas o
desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las
ligerezas de las cuales eres víctima; juzga siempre de buena intención
a aquellos que te hayan hecho algún agravio, en fin, muestra un
semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz
con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana,
que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.
“El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad,
afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y dominio de sí mismo”
(Gálatas 5, 22-23).

Bendita sea tu pureza
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.

A ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día,
alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía. Amén.

Humor: invitados al casamiento…

En todas las fiestas siempre hay alguno colado. Esto sucede en
cualquier lugar. Una vez en una familia se organizó una fiesta muy
importante. El dueño de casa empezó a sospechar porque había muchos
más de los calculados.
Entonces hizo parar la orquesta y dijo: —¡Por favor la orquesta
interrumpa un momentito! A ver, los invitados del novio pasen de este
lado; y los invitados de la novia de este otro lado… Enseguida gran
parte de la concurrencia se dividió en dos bandos.
—Bueno —dijo el dueño—, ¡ahora mismo se van todos ustedes
inmediatamente, porque esto es un bautismo!

Pensamientos

- El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al
cumplimiento del sentido de su vida. Víctor Frankl.
- El hombre sólo se salva, desde el momento en que se convierte en
salvador. Abbé Pierre.
- En el yunque de la soledad se forjan los profetas de Dios: allá,
sobre las estepas ardientes, soportaron sin pestañear la mirada de
Dios y cuando bajan a las llanuras transmiten resplandor, espíritu y
vida. Ignacio Larrañaga.
- A la hora de la verdad, que es la de buscarse a sí mismo en lo
objetivo, uno olvida todo y se dispone a no ser fiel más que a su
propia sinceridad. Gerardo Diego.
- La unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión. Esopo
- Serás feliz cuando creas en ti mismo; cuando aceptes y luches contra
la adversidad; y cuando aprendas a disfrutar de tus ocupaciones
cotidianas. Anónimo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Semanario  Nº 332º
Contestador en el Cielo
¿Qué sucedería si Dios instalara un contestador telefónico automático
en el cielo? Imagínate orando y escuchando el siguiente mensaje:
Gracias por llamar a la Casa de mi Padre. “Por favor selecciona una de
estas opciones: Presiona 1 para peticiones. Presiona 2 para acciones
de gracias. Presiona 3 para quejas. Presiona 4 para cualquier otro
asunto”. Imagínate que Dios usara esta conocida excusa: "De momento
todos nuestros ángeles están ocupados, atendiendo a otros clientes.
Por favor manténgase orando en la línea, su llamada será atendida en
el orden que fue recibida."...

¿Te imaginas obteniendo este tipo de respuestas cuando llames a Dios
en tu oración?: “Si deseas hablar con Gabriel, presiona 5. Con Miguel,
presiona 6. Con cualquier otro ángel, presiona 7. Si deseas que el Rey
David te cante un Salmo, presiona 8. .

Si deseas obtener respuestas a preguntas necias sobre los dinosaurios,
la edad de la Tierra, dónde esta el Arca de Noé, por favor espérate a
llegar al Cielo”. ¿Te imaginas lo siguiente en tu oración?: “Nuestra
computadora señala que ya llamaste hoy. Por favor despeja la línea
para otros que también quieren orar”. O bien: “Nuestras oficinas están
cerradas por Semana Santa. Por favor, vuelve a llamar el Lunes”.

 ¡Gracias a Dios que esto no sucede! Gracias a Dios que le puedes
llamar en tu oración cuantas veces necesites! ¡Gracias a Dios que a la
primera llamada, El siempre te contesta! ¡Gracias a Dios porque la
línea de Jesús nunca esta ocupada! ¡Gracias a Dios que El nos responde
y nos conoce por nuestro nombre! ¡Gracias a Dios que El conoce
nuestras necesidades antes de que se las  manifestemos! ¡Gracias a
Dios porque de nosotros depende llamarle cuando nos ponemos en
oración!

Hoy sembraré

Hoy sembraré una sonrisa para que haya más alegría.
Hoy sembraré una palabra consoladora para cosechar serenidad.
Hoy sembraré un gesto de  caridad para que haya más amor.
Hoy sembraré una oración para que el hombre esté más cerca de Dios.
Hoy sembraré palabras y gestos de verdad para que no crezca la mentira.
Hoy sembraré un poco de paz y bondad para que haya menos discordias.
Hoy encenderé una luz de esperanza para levantar un corazón decaído.

Concédeme, Señor

Concédeme, Señor, abundancia de lágrimas para mantenerme humano,
abundancia de sonrisas para mantenerme cuerdo, abundancia de
contratiempos para mantenerme humilde.
Concédeme, Señor, abundancia de aciertos para mantenerme confiado,
abundancia de paciencia para seguir esperando, abundancia de esperanza
para sobrevivir en la duda.
Concédeme, Señor, abundancia de amigos para recuperar el ánimo,
abundancia de recuerdos para adquirir consuelo, abundancia de fe para
creer en ti.

Humor: carrera de coches

En una carrera automovilística uno de los coches dio un trompo y quedó
con las cuatro ruedas para arriba. Otro corredor que venía por atrás
cuando lo vio volcado, le preguntó:
—Negro, ¿tumbaste?
Y el otro que a gatas estaba saliendo por el parabrisas, le replicó:
—No, lo puse al revés para engrasarle las ruedas.

Pensamientos

- ¡Feliz el hombre que encontró la sabiduría y el que alcanzó la
prudencia, porque ganarla vale más que la plata y ella rinde más que
el oro fino! Proverbios 3, 13-14
- Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.
Rabindranath Tagore.
- El servidor bueno y fiel que alaba Jesús en sus parábolas es el
único que puede encontrar la verdadera alegría de la vida.
- De no hablar sino cuando fuere preciso, raramente despegaríamos los
labios. Epitecto.
- Es bueno ser sincero con los demás, pero la franqueza debe ejercerse
con cuidado, usando palabras que sean a la vez, dentro de lo posible,
respetuosas y sensibles. Confucio
- Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga. Homero
- Todas las pequeñas cosas que haces son igualmente importantes; no
las desprecies. Si logras vencerte en las pequeñas cosas, tu voluntad
se volverá sólida como una roca y te harás dueño de ti mismo. Cardenal
Van Thuán.
Gracias por tu visita!!!