domingo, 27 de mayo de 2012

Semanario  Nº 261º

Pan con manteca
En un jardín de infantes de un Colegio de Hermanas había una niña, por
nombre Elena, muy buena, pero también muy pobre. Un día advirtieron
las compañeritas que al rezar el Padrenuestro, decía: "Danos hoy
nuestro pan de cada día… con manteca”, y se echaron a reír, y fueron a
contarlo a la Hermana. Manifestó entonces la niña que como su madre
había quedado viuda con seis hijos, se había visto obligada a suprimir
la manteca. Mas la pobre niña no se resignaba a ello; y por eso, al
rezar el Padrenuestro pedía el pan… con manteca.
La religiosa le dijo que podía continuar pidiéndolo al Niño Jesús,
pero que no lo hiciera en voz alta, para que no se riesen las demás.
Dios oyó la oración de Elena, porque una de las otras niñas contó en
su casa lo ocurrido en el colegio, y al saberlo la mamá procuró
enterarse del nombre y dirección de la madre de Elena, y mandó a su
empleada doméstica que cada día dejara un paquete de manteca en esa
casa. Cuando lo vio, Elena le dijo muy contenta a su madre: —Mamá; ya
tenemos aquí la manteca que le he pedido al Niño Dios...

Oración por la Patria

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser Nación, una nación
cuya identidad sea la pasión por la verdad
y el  compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los más pobres
y perdonando a los nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María que desde Luján nos dice:
“¡Argentina! ¡Canta y camina!”
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.

Valiosa intercesión

“Cuando se quiere ofrecer algo a un gran personaje, se lo hace llegar
a través de la  persona preferida por él, con el fin de que ese regalo
le sea más agradable. Así nuestras plega¬rias, presentadas por la
Santísima Virgen María, tienen un gran mérito, porque ella es la única
criatura que nunca ha ofendido a Dios.
Cuando nuestras manos han to¬cado aromas, aromatizan todo lo que
tocan; hagamos pasar nuestras ple¬garias por la Virgen María, ella las
impregnará de un perfume celestial. María es tan buena que no deja de
echar una mirada de compasión al pecador. Siem¬pre está esperando que
la in¬voquemos. En el corazón de María no hay más que misericordia.
Una buena oración es la de pedir a esta buena Madre que ofrezca al
Padre eterno a su Hijo ensangrentado, herido, para pedir la conversión
de los pecadores. Es la mejor oración que se puede hacer porque to¬das
las oraciones se deben hacer en nombre y por los méritos de
Jesucristo. Hijos míos, escu¬chad bien esto: todas las veces que he
obtenido una gracia, la he obtenido de este modo. Nunca me ha
fallado”. Santo Cura de Ars.

La Primera Junta

En la clase de historia la maestra pregunta a Juancito:
—¿Quién fue el presidente de la Primera Junta?
— Cornelio Saavedra, señorita.
— ¿Quiénes fueron los secretarios?
—Mariano Moreno y Juan José Paso.
—Y… a ver… Luisisto: ¿vocales de la Primera Junta?
—A, E, I, O, U.

Pensamientos

- El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor. Buda.
- Lo difícil es lo que podemos hacer en seguida. Lo imposible, es lo
que nos va a llevar un poco más de tiempo. J. de Santayana
- Los que oran, hacen más por el mundo que los que combaten; y si el
mundo va de mal en peor, es porque hay más batallas que oraciones.
Donoso Cortés.
- Debemos embellecer la vida de nuestros padres, como ellos
embellecieron la aurora de la nuestra. P. Lorson.
- Ponerse en la presencia de Dios por simple atención consiste en
estar delante de Dios por medio de una simple mirada interior de fe en
su divina presencia, y en permanecer así algún tiempo, según se sienta
uno atraído interiormente. San Juan Bautista de La Salle.
- Emprender a la vez muchas cosas es como querer enhebrar muchas
agujas al mismo tiempo. No logrará feliz resultado con ninguna. San
Francisco de Sales.
- El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no
existen palabras con densidad de contenido. Benedicto XVI.

domingo, 20 de mayo de 2012

Semanario  Nº 260º

Red de oración
Durante la Segunda Guerra Mundial, un consejero del Primer Ministro
Churchill organizó a un grupo de personas para que a determinada hora,
todas las noches, pararan lo que estuvieran haciendo para rezar en
forma colectiva por la paz, la seguridad y la gente de Inglaterra.
Esto tuvo un efecto asombroso porque el bombardeo terminó. Esta
decisión de Hitler de suspender el ataque a Inglaterra para avanzar
hacia Rusia fue el comienzo de su derrota. Un error táctico que los
generales nazis reprobaron desde el comienzo, pero por férrea
disciplina obedecieron.

Ahora, un grupo de personas está organizando lo mismo en los Estados
Unidos, invitando a las personas a rezar durante un minuto todas las
noches por el país y sus habitantes, y por la paz en el mundo. ¿Por
qué no empezamos una campaña para hacer lo mismo en Argentina? Que
todos los argentinos de bien, que somos la enorme mayoría, paremos lo
que estemos haciendo todos los días, a las 8 de la noche, y durante un
minuto pidamos, por la paz en nuestro país, para que se terminen los
conflictos y regrese la tranquilidad a todos los hogares argentinos.
Transmite este mensaje como lo creas más oportuno. Alguien dijo que si
la gente realmente entendiera el enorme poder de la oración se
quedaría asombrada. La oración es nuestro capital más poderoso.

Chismerías
– ¿Te has enterado, Sócrates?
– Un momento, amigo, –interrumpió el  filósofo– ¿seguro que todo lo
que vas a contarme es cierto?
– No; pero me lo contaron los otros…
– Entonces, no valdría la pena repetirlo, a menos que se tratara de
algo bueno. ¿Satisface los criterios de la bondad?
– No. Todo lo contrario…
–¡Ah! Y dime: ¿es necesario que lo sepa yo para evitar el mal a otros?
– Realmente, no.

– Bien, en tal caso –concluyó Sócrates– olvidémoslo; ¡hay en la vida
tantas cosas que valen la pena! ¿Para qué molestarnos con algo tan
despreciable que ni es verdad, ni bueno, ni útil?

Oración de perdón
Ten piedad de nosotros, Señor, que decimos y no hacemos;
que vemos la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el nuestro;
que apartamos el mosquito, y nos tragamos el camello;
que somos sal insípida y luz apagada;
que amamos al amigo, y aborrecemos al enemigo;
que te pedimos perdón, y no perdonamos a nuestros hermanos;
que pretendemos servir a Dios, y también a nuestros egoísmos;
que en vez de la senda estrecha,
buscamos los caminos anchos de la comodidad;
que queremos seguirte, pero sin tomar la cruz,
y sin negarnos a nosotros mismos; Señor,
Tú que nos quieres auténticos,  ayuda nuestra debilidad.

Los zurdos escriben con...
La maestra pregunta a Luisito:
—Decime, Luisito, ¿con qué escriben los zurdos?
—Depende…
—¿Depende de qué?
—Si tiene lápiz, lapicera o bolígrafo.

Pensamientos
- La vida es como un arca inmensa llena de posibilidades. Amado Nervo.
- La memoria se acrecienta usándola y aprovechándose de ella. Juan Luis Vives.
- Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la
conducta. Confucio.
- Ante todo, respétense así mismos. Pitágoras de Samos.
- La espada del resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se
odia, atraviesa a quien guarda rencor. San Agustín.
- Lo único que sabemos sobre el mañana, es que la providencia se
levantará antes de surgir el sol. Lacordaire.
- La prueba no es más que la sombra de una bendición, la sombra de una
mano paternal y divina. Monseñor Benson.
- No digas: «iEs imposible!»; di más bien: «No lo he hecho todavía».
Máxima japonesa
- Que tu oración circule por todo tu ser, oculta, viva y pujante, como
la sangre. Vladimir Thika.

domingo, 13 de mayo de 2012

Semanario  Nº 259º 

La vendedora de flores
Ese día la vendedora de flores sonreía más que lo habitual; su
arrugado rostro resplandecía de gozo. Por un impulso le compré una de
sus rosas.
— Se ve usted muy feliz está mañana, le dije.
— ¡Claro!, exclamó. Sobran los motivos.
Aquella mujer vestía tan pobremente y se veía tan frágil, que su
actitud me intrigó.
— Sobrelleva sus problemas admirablemente, la elogié.
Ella me explicó entonces:
— Cuando crucificaron a Cristo, el Viernes Santo, fue el día más
triste de la historia. Pero tres días después, él resucitó. Por eso he
aprendido a esperar tres días siempre que algo me aflige. Es
asombroso: las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese
tiempo.
Seguía sonriendo al despedirse de mí. Sus palabras me vienen a la
mente siempre que estoy en dificultades.

Contratiempos
Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún
que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos
apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la
felicidad? De ninguna manera, si sabemos conservar la paz y la
alegría cuando sobrevienen estas contrariedades.
Primero: debes estar siempre prevenido. Las adversidades, cuando se
las ve venir, son menos de temer que cuando nos hieren de improviso.
Pon en el presupuesto de tus previsiones para el día cinco o seis
contrariedades a las cuales estés normalmente expuesto y, cuando te
sucedan algunas de ellas, apenas te sorprenderá. Segundo: acéptalas de
buen grado. Debemos estar dispuestos a soportar las penas y así
parecerán menos duras. Tercero: mira al Cielo; esta mirada, en efecto,
cambia por completo la naturaleza de las cosas para un alma que tiene
fe. Desde este punto de vista la cruz no es cruz, es joya preciosa que
es preciso estimar en gran valor. Es una moneda con la que se
adquieren bienes inmensos.
“Los sufrimientos de la vida presente son nada en comparación con la
futura gloria que se revelará en nosotros” (Romanos 8, 18).

El Padrenuestro de Dios
Hijo mío que estás en la tierra, preocupado, solitario, tentado, yo
conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio como santificándolo,
porque te amo.
No, no estás solo, sino habitado por Mí, y juntos construimos este
reino del que tú vas a ser el heredero. Me gusta que hagas mi voluntad
porque mi voluntad es que tú seas feliz, ya que la gloria de Dios es
el hombre viviente.
Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy, no te preocupes,
sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos. Sabes que perdono
todas tus ofensas, antes incluso de que las cometas, por eso te pido
que hagas lo mismo con los que a ti te ofenden.
Para que nunca caigas en la tentación, tómate fuerte de mi mano y yo
te libraré del mal, querido hijo mío. Amén.

Cómo cambió Pamela
—¡Pamela!
— ¡Tenías los ojos marrones y ahora son verdes!
— ¡Eras rubia y ahora sos morocha!
— ¡Pero, no me llamo Pamela!
—¡Ay, Pamela! ¡Hasta haz cambiado el nombre!

Pensamientos
- Vivir no consiste en respirar sino en obrar. Mao Tse-Tung.
- Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición.
Napoleón Bonaparte.
- La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es
la primera condición para saber vivir.  Henry F. Amiel.
- El respeto de sí mismo es, después de la religión, el principal
freno de los vicios. Sir Francis Bacon.
- Cuanto más pequeño es el corazón tanto más odio alberga. Víctor Hugo.
- Dios deja a veces colgar las riendas de su providencia, pero no las
abandona jamás. Jose ph de Maistre
- No hay ningún hombre libre de preocupaciones; si hubiera uno, no
sería hombre. Shakespeare
- El pesimista insiste en el hecho de que las almas se pierden; el
optimista en el hecho de que son dignas de que las salvemos.
Chesterton

domingo, 6 de mayo de 2012

Semanario  Nº 258º

Un extraño pedido
En un ómnibus en el cual viajábamos de un extremo al otro de los
Estados Unidos había un joven árabe. En determinado momento se acercó
al conductor para pedirle que se detuviera por unos minutos, pues era
la hora de sus oraciones.
El chofer, sorprendido, le contestó que se atendría a lo que
resolviera la mayoría de los pasajeros. Y todos accedieron
gustosamente. Al parar el vehículo al lado del camino, nos bajamos y
observamos fascinados al musulmán que desenvolvía su alfombrilla, se
arrodillaba en ella y hacía profundas reverencias hasta tocar el suelo
con la frente.
Más tarde, nuevamente a bordo del ómnibus, los pasajeros se mostraban
menos fríos, menos impersonales. Los unos hablaban con tono sosegado
con los otros, sintiéndose todos unidos por el lazo común del fervor
religioso que de lejos habíamos observado en el musulmán.

Dar desde el corazón
Centrados en nuestros problemas, pocas veces miramos a nuestro
alrededor. Y cómo cam-biaría el mundo si cada uno de nosotros se
alejara un momento de sí mismo, para ayudar a otra persona. Cuántos
hay en nuestro mismo círculo de relaciones que hoy necesitan de tu
palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía.
Cuánto puede ayudar la gracia del buen humor al corazón que se
encuentra abatido, la palabra serena al que está irritado, la dulzura
de una voz amable al que yace en el abismo de la desesperación.
Creo que no hay mayor felicidad que saber que no pasamos en vano por
la vida de otra persona. Que fuimos para alguno una brisa refrescante,
una palabra que lo alentó a  seguir, un hombro en donde pudo apoyarse,
una mano extendida que lo rescató de las tinieblas...
Tocar otras vidas desde el corazón, sin buscar por ello ningún tipo de
reconocimiento, dando desde el alma, por dar, porque así lo sentimos,
puede llenar tu vida de una nueva alegría.
La felicidad está más en dar que en recibir (Hechos 20, 35)

Oración simple
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz; donde haya, odio ponga yo
amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga
yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo
fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya
tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Maestro, que no busque tanto ser consolado como consolar, ser
comprendido como comprender, ser amado como amar. Porque dando se
recibe; olvidando se encuentra; perdonando se alcanza el perdón;
muriendo se resucita a la vida eterna. Amén.

Aprendiendo a sumar
En la clase estaban haciendo cuentas. De pronto la maestra pregunta a Luisito:
—Si en un bolsillo del pantalón tienes 100 pesos y en el otro 85, ¿qué tienes?
Luisito extrañado y con los ojos muy abiertos responde:
—El pantalón de otro, señorita.

—Buenas noches, señor, vengo a pedirle la mano de su hija.
—¿Cuál de las tres?
—¿Qué? ¿No tiene solamente dos manos?

Pensamientos
- Parece que nuestra vida aumenta cuando podemos ponerla en la memoria
de los demás: es una nueva vida que adquirimos y nos resulta preciosa.
Montesquieu.
- La memoria es como el mal amigo; cuando más falta te hace, te falla. Refrán
- Odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor
tesoro. Noel Clarasó.
- El tirano a quien maldecimos es quizá la mano de Dios que nos pone
en el recto camino. Mahatma Gandhi,
- No pidas que las cosas sean como tú deseas; deséalas como son. Epicteto
- Cuando un acontecimiento tiene dos asas, no conviene escoger para
llevarlo el asa que hace más daño a la mano. Alain
- Las oraciones no son más que variaciones sobre dos temas: la
angustia y el amor. A. Carrel
- Cualquier método de oración es bueno cuando pone al hombre en
contacto con Dios. Alexis Carrel
Gracias por tu visita!!!