domingo, 20 de mayo de 2012

Semanario  Nº 260º

Red de oración
Durante la Segunda Guerra Mundial, un consejero del Primer Ministro
Churchill organizó a un grupo de personas para que a determinada hora,
todas las noches, pararan lo que estuvieran haciendo para rezar en
forma colectiva por la paz, la seguridad y la gente de Inglaterra.
Esto tuvo un efecto asombroso porque el bombardeo terminó. Esta
decisión de Hitler de suspender el ataque a Inglaterra para avanzar
hacia Rusia fue el comienzo de su derrota. Un error táctico que los
generales nazis reprobaron desde el comienzo, pero por férrea
disciplina obedecieron.

Ahora, un grupo de personas está organizando lo mismo en los Estados
Unidos, invitando a las personas a rezar durante un minuto todas las
noches por el país y sus habitantes, y por la paz en el mundo. ¿Por
qué no empezamos una campaña para hacer lo mismo en Argentina? Que
todos los argentinos de bien, que somos la enorme mayoría, paremos lo
que estemos haciendo todos los días, a las 8 de la noche, y durante un
minuto pidamos, por la paz en nuestro país, para que se terminen los
conflictos y regrese la tranquilidad a todos los hogares argentinos.
Transmite este mensaje como lo creas más oportuno. Alguien dijo que si
la gente realmente entendiera el enorme poder de la oración se
quedaría asombrada. La oración es nuestro capital más poderoso.

Chismerías
– ¿Te has enterado, Sócrates?
– Un momento, amigo, –interrumpió el  filósofo– ¿seguro que todo lo
que vas a contarme es cierto?
– No; pero me lo contaron los otros…
– Entonces, no valdría la pena repetirlo, a menos que se tratara de
algo bueno. ¿Satisface los criterios de la bondad?
– No. Todo lo contrario…
–¡Ah! Y dime: ¿es necesario que lo sepa yo para evitar el mal a otros?
– Realmente, no.

– Bien, en tal caso –concluyó Sócrates– olvidémoslo; ¡hay en la vida
tantas cosas que valen la pena! ¿Para qué molestarnos con algo tan
despreciable que ni es verdad, ni bueno, ni útil?

Oración de perdón
Ten piedad de nosotros, Señor, que decimos y no hacemos;
que vemos la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el nuestro;
que apartamos el mosquito, y nos tragamos el camello;
que somos sal insípida y luz apagada;
que amamos al amigo, y aborrecemos al enemigo;
que te pedimos perdón, y no perdonamos a nuestros hermanos;
que pretendemos servir a Dios, y también a nuestros egoísmos;
que en vez de la senda estrecha,
buscamos los caminos anchos de la comodidad;
que queremos seguirte, pero sin tomar la cruz,
y sin negarnos a nosotros mismos; Señor,
Tú que nos quieres auténticos,  ayuda nuestra debilidad.

Los zurdos escriben con...
La maestra pregunta a Luisito:
—Decime, Luisito, ¿con qué escriben los zurdos?
—Depende…
—¿Depende de qué?
—Si tiene lápiz, lapicera o bolígrafo.

Pensamientos
- La vida es como un arca inmensa llena de posibilidades. Amado Nervo.
- La memoria se acrecienta usándola y aprovechándose de ella. Juan Luis Vives.
- Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la
conducta. Confucio.
- Ante todo, respétense así mismos. Pitágoras de Samos.
- La espada del resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se
odia, atraviesa a quien guarda rencor. San Agustín.
- Lo único que sabemos sobre el mañana, es que la providencia se
levantará antes de surgir el sol. Lacordaire.
- La prueba no es más que la sombra de una bendición, la sombra de una
mano paternal y divina. Monseñor Benson.
- No digas: «iEs imposible!»; di más bien: «No lo he hecho todavía».
Máxima japonesa
- Que tu oración circule por todo tu ser, oculta, viva y pujante, como
la sangre. Vladimir Thika.

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