domingo, 29 de agosto de 2010

Semanario Nº 170º

Tres pipas para calmar la bronca
Una vez un miembro de la tribu se presentó furioso ante su jefe para informarle que estaba decidido a vengarse de un enemigo que lo había ofendido gravemente. Quería ir inmediatamente y matarlo sin piedad. El jefe le escuchó atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenía pensado, pero antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del pueblo.

El hombre cargó su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol. Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo pero que sí le daría una paliza memorable para que nunca se olvidara de la ofensa.

Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que ya que había cambiado de parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar. También esta vez el hombre cumplió su encargo y estuvo media hora meditando. Después regresó a donde estaba el cacique y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos. Como siempre, fue escuchado con bondad pero el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación como lo había hecho las veces anteriores. El hombre, medio molesto, pero ya mucho más sereno, se dirigió al árbol centenario y allí sentado fue convirtiendo en humo, su tabaco y su bronca. Cuando terminó, volvió al jefe y le dijo:

—Pensándolo mejor veo que la cosa no es para tanto. Iré donde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho". El jefe le regaló dos cargas de tabaco para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole: —Eso es precisamente lo que tenía que pedirte, pero no podía decírtelo yo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras tu mismo".

Salir de uno mismo
Partir es, ante todo, salir de uno mismo, romper la coraza de egoísmo que intenta aprisionarnos en nuestro propio “yo”. Partir es dejar de dar vueltas alrededor de uno mismo, como si ése fuera el centro del mundo y de la vida. Partir es no dejarse encerrar en el círculo de los problemas del pequeño mundo al que pertenecemos, cualquiera sea su importancia. La humanidad es más grande, y es a ella a quien debemos servir. Partir no es devorar kilómetros, atravesar los mares o alcanzar velocidades supersónicas. Es, ante todo, abrirse a los otros, descubrirlos, ir a su encuentro; abrirse a otras ideas, incluso a las que
se oponen a las nuestras. Es tener el aire de un buen caminante. Mons. Helder Cámara

Vive generosamente
La generosidad caracteriza al corazón noble y compasivo. Cada uno tiene algo para dar. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con nuestra semejanza divina. Hoy te ofrezco una oración para acrecentar esta virtud, pidiendo perdón por los límites que notas en ti.

Dios mío, mira mi corazón. Tú sabes que a veces me falta generosidad, sensibilidad frente al mal ajeno, y a veces estoy demasiado pendiente de mí mismo. Otras veces me desanimo porque no recibo elogios o no veo los frutos de mis esfuerzos. Dame un corazón más generoso, para que realmente me interese la felicidad de la gente, para que de verdad me duelan los problemas ajenos, y no solamente los míos. Tómame, Señor, una vez más. Convénceme de que es mejor entregarse generosamente que desgastarse en los lamentos. Utilízame, Dios mío, para derramar tu poder y tu luz en el mundo. Así seré feliz en tu servicio. Amén.

Orando a gritos
Jaimito, al hacer la oración de la noche, de rodillas grita:
—¡Jesús, para Reyes quiero una bicicleta!
La madre lo interrumpe:
—¿Para qué gritas tanto? ¡Dios no es sordo!
—Jesús, no, pero ustedes a veces sí.

Pensamientos
- Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez. René Descartes.
- Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta. Proverbio chino
- Está siempre alerta como el buen marinero que aprovecha la más leve brisa para desplegar de inmediato las velas. Vicente Naber.
- El respeto humano no es más que una forma del miedo; y uno de los efectos del miedo es que nos hace esclavos de lo que tememos. Brunetière.
- Libros, caminos y días, dan al hombre sabiduría. Proverbio árabe.
- Olvidar a Dios por los problemas de la tierra, es ofender a Dios, y quitar su último sentido a los problemas de esta misma tierra por la que decimos preocuparnos. José Luis Martín Descalzo.
- Cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo. Séneca.
-Jesús en la cruz no es ya un Dios de poder, es un Dios de amor, un Dios de servicio. Allí Dios nos muestra su verdadera grandeza, porque se nos revela como absoluto amor. José Luis Martín Descalzo.

domingo, 22 de agosto de 2010

Semanario Nº 169º


Reaccionar positivamente
Aconteció que un empresario tuvo que llamar por teléfono con urgencia un poco más allá de las seis de la mañana. Lamentablemente, al marcar el número se equivocó y le contestó una somnolienta voz de mujer. Pidió excusas y cortó la comunicación. Pasados unos minutos, volvió a llamar y, para su total desesperación, de nuevo escuchó la voz de misma mujer recientemente despertada. Pidió disculpas una y otra vez. Pero la mujer lo interrumpió:
– No tiene por qué pedirme perdón –le dijo muy tranquilamente–; estoy sentada en la terraza bebiendo una taza de te, mientras disfruto de una espléndida salida de sol. Si usted no me hubiera despertado, me la habría perdido.

Cuando la vida te entrega un limón, ¿te ingenias para hacerte con él una limonada? ¿Haz adquirido la capacidad de transformar los obstáculos de tu camino en un medio para tu crecimiento personal?

Dios te ayuda a ser positivo

Tú dices: "Es imposible". Dios te dice: “Todo es posible” (Lucas 18, 27) Tú dices: "Estoy muy cansado". Dios te dice: “Yo te haré descansar” (Mateo 11, 28-30) Tú dices: "Nadie me ama en verdad". Dios te dice: “Yo te amo” (Juan 3, 16 y Juan 13,34)
Tú dices: "No puedo seguir". Dios te dice: “Mi gracia te es suficiente” (2Cor.12, 9) Tú dices: "No puedo resolver las cosas". Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos” (Prov 3, 5-6) Tú dices: "No vale la pena". Dios te dice: “Si valdrá la pena” (Rom. 8, 28) Tú dices: "No me puedo perdonar". Dios te dice: “Yo te perdono” (1 Juan 1:9 y Rom. 8, 1) Tú dices: "Tengo miedo". Dios te dice: “Yo no te he dado un espíritu de temor” (2 Tim. 1, 7) Tú dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado". Dios te dice: “Echa tus cargas sobre mi” (1 Ped. 5, 7) Tú dices: "No tengo suficiente Fe". Dios te dice: “Yo he dado a todos una medida de fe” (Rom. 12, 3) Tú dices: "Yo no soy suficientemente inteligente". Dios te dice: “Yo te doy sabiduría” (1 Cor. 1, 30)
Tú dices: "Me siento muy solo". Dios te dice: “Nunca te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13, 5)

Oración de los novios
Señor, estamos enamorados. No sabemos cómo sucedió. Sólo sabemos que es algo lindo que tú quieres para la gloria tuya y felicidad nuestra.
Queremos que nuestro amor no te ofenda. Ayúdanos, porque nuestras fuerzas son frágiles. Prepáranos para la difícil tarea del amor, que exige sacrificios y entrega generosa. Líbranos, Señor, del egoísmo que esteriliza la vida, de la impureza que profana el cuerpo, del orgullo que nos separa de ti y nos aleja de nuestros semejantes.
Señor, sé tú nuestro compañero de ruta en los caminos del amor. Ven Señor, y vive en nuestro amor. Amén.

Jaimito en la escuela
1. Jaimito informa a su familia:
—Tenemos una nueva maestra en matemáticas. Es muy buena, linda y con mucha fe.
El papá le pregunta:
—Y ¿cómo te das cuenta de que tiene mucha fe?
—Porque, todas los veces que yo hago algún aporte, ella dice: —iQh Dios mío, oh Dios mío!

2. La mamá lo reta a Jaimito:
—Llamó tu maestra y se quejó de vos.
Contesta Jaimito:
—¡Imposible! Hoy, ni siquiera estuve en la escuela...

3. Jaimito llegó a la escuela tan sucio como el día anterior se había ido a su casa.
La maestra se indigna:
—Decime, ¿no se lavan ustedes en casa?
—No hace falta. Nos reconocemos por la voz.

Pensamientos
- El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras. William Shakespeare.
- Cuando la prudencia manda en todas partes, la valentía no se ve por ningún lado. Cardenal Mercier.
- Toma consejo del hombre sabio y correcto, y prefiere siempre recibir enseñanza de otro mejor que tú que seguir el propio criterio. Tomás Kempis.
- Sin Dios la vida es un drama sin sentido, porque le faltan las escenas decisivas. Martin Luther King.
- Sólo son fuente de paz quienes están en paz consigo mismo. Los que no se aceptan no pueden aceptar a los demás. Los que tienen conflictos provocan conflictos a su alrededor. Ignacio Larrañaga.
- La noción de provecho, deber ser desplazada por la de servicio. Abbé Pierre.
- El que no pide nunca consejo al silencio y a lo invisible, jamás producirá nada real en el campo de lo visible y de lo expresado. Tomás Carlyle.

domingo, 15 de agosto de 2010

Semanario Nº 168º


¡Uno solo reconoció ser culpable!
Se cuenta que muchos años atrás el Virrey de Nápoles hizo una visita a Barcelona, España. En el puerto había un barco de remos, una galera, con prisioneros condenados a remar, castigo usual para la época. El Virrey se acercó a los prisioneros y les preguntó que había pasado, que los había llevado a estar ahora en esta situación. Así escuchó de primera voz terribles historias. El primer hombre dijo que estaba allí porque un juez aceptó un soborno de sus enemigos y lo condenó injustamente.
El segundo dijo que sus enemigos habían pagado a falsos testigos para que lo acusaran. El tercero dijo que había sido traicionado por su mejor amigo, quien escapó de la justicia dejándolo. Y así por el estilo. Finalmente el Virrey dio con un hombre que le dijo: “mi Señor, yo estoy aquí porque lo merezco. Necesitaba dinero y le robé a una persona. Estoy aquí porque merezco estarlo.”
El Virrey quedó absolutamente anonadado y volviendo sobre el capitán del navío de esclavos dijo: “aquí tenemos a todos estos hombres que son inocentes, están aquí por injustas causas, y aquí este hombre malvado en medio de todos ellos. Que lo liberen inmediatamente, temo que pueda infectar a los demás”.
De esta manera el hombre que se había confesado culpable fue liberado y perdonado, mientras aquellos que continuaban excusándose a si mismos volvieron a los remos. Esta es una historia verdadera, y la moraleja es bastante obvia. Hablamos de las excusas y su poder. De cómo nos encadenan y mantienen sujetos en un determinado orden de cosas.

Nunca olvides
Aquello que nos decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente. Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es negativo, pues, somos eso: seres pesimistas, trabados en todo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres dinámicos, entusiastas, decididos.

Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni las verdades atesoradas en tu experiencia. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.

La gente de pensamiento positivo, con metas para triunfar y salir adelante, va por la vida con frases llenas de aliento como éstas: “Todo va a salir bien. Nada es imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La buena suerte siempre me acompaña. Hay que tener confianza. Hay que esforzarse”. Concéntrate, pues, en la cara esperanzadora de la existencia. P. Natalio.

Corazón generoso
Dios mío, mira mi corazón. Tú sabes que a veces me falta generosidad, sensibilidad frente al mal ajeno, y a veces estoy demasiado pendiente de mí mismo. Otras veces me desanimo porque no recibo elogios o no veo los frutos de mis esfuerzos. Dame un corazón más generoso, para que realmente me interese la felicidad de la gente, para que de verdad me duelan los problemas ajenos, y no solamente los míos. Tómame, Señor, una vez más. Convénceme de que es mejor entregarse generosamente que desgastarse en los lamentos. Utilízame, Dios mío, para derramar tu poder y tu luz en el mundo. Así seré feliz en tu servicio. Amén.

Noviazgo
Dos amigas, después de varios años, se vuelven a encontrar. Pregunta la primera:
—iEh!, decime, ¿estás comprometida todavía con Panchito?
Contesta la segunda: —No. Desde hace una eternidad ya no más.
—Y ¿cómo lograste terminar el noviazgo con ese bobo?
—Me casé con él.

Mal diagnóstico
Un médico se dirige a su bella hija:
—¿Le dijiste a ese joven que todos los días te está buscando, que lo considero un vago?
—Sí. Se lo dije. Y él contestó que no es la primera vez que vos hacés un diagnóstico equivocado.

Pensamientos
- El estudio y la contemplación de la naturaleza es el natural alimento de la inteligencia y del corazón. Profundizar esas grandes y misteriosas verdades contiene un poderoso encanto. Cicerón.
- Los mayores éxitos han sido para los que han aceptado los mayores riesgos. Bergson
- A eso de caer y volverse a levantar, de fracasar y volver a comenzar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo, a eso no lo llames adversidad... llámalo sabiduría. Anónimo.
- La vida sin amor no vale nada. Pero donde hay amor, la vida rebosa sentido. Dietrich Bonhoeffer.
- La dispersión, la distracción, la diversión entretienen en un primer momento, pero no queremos enterarnos de que, a la postre, traen desasosiego y frustración porque disocian al hombre. Ignacio Larrañaga.
- Si tu mal tiene remedio ¿por qué te quejas? Si no lo tiene ¿por qué te quejas? Proverbio oriental
- Los auténticos guías de la humanidad no son los que la dominan por la fuerza, sino los que con dedicación se entregan a su servicio. Pasteur.

domingo, 8 de agosto de 2010

Semanario Nº 167º – 8 de agosto 2010


Regalo de bodas
No es común captar la fuerza transformadora que tiene el sacrificio generoso para ayudarnos a crecer espiritualmente. El motivo es simple: porque nos ayuda a vencer nuestro egoísmo, el mayor obstáculo que impide amar de verdad. Una anécdota para ejemplificarlo.

Narró la Madre Teresa de Calcuta que una vez dos jóvenes fueron a verla y donaron mucho dinero para dar de comer a la gente. Ella en Calcuta daba de comer a nueve mil personas al día. Querían que el dinero se destinara para alimentar a esta gente. Cuando les preguntó de dónde sacaron tanto dinero, ellos le respondieron: “Nos acabamos de casar hace dos días. Antes de la boda, decidimos que no compraríamos trajes para la ceremonia ni para la fiesta. Queremos darles a ustedes el dinero”. Para un hindú de clase alta esto es un escándalo. Después les preguntó: “¿Por qué lo han hecho?”. Ésta fue la extraña respuesta que le dieron: “Nos amamos tanto que queríamos dar algo a otros para comenzar nuestra vida en común con un sacrificio”. Madre Teresa comentaba: “Me impresionó mucho el constatar cómo estas personas estaban hambrientas de Dios”.

Cada uno tiene algo para dar. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con nuestra semejanza divina. ”Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así: «El que sirve». Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, o a tu madre?”. P. Natalio.

Cultiva la alegría
“Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, porque serán distribuidores de alegría…” Y la alegría de los otros volverá a ti para reforzarla y multiplicarla. Cuando la tristeza empiece a infiltrarse en tu espíritu, interprétalo como una señal de que es el momento de salir de ti mismo para donarte gratuitamente a los que te rodean. Lee un fragmento de Michel Quoist.
Estás triste. ¿Por qué? Nadie ha notado tu trabajo, tu éxito, tus esfuerzos. Tienes algo que decir y no te escuchan, no te quieren. Pide perdón a Dios por tu tristeza, y luego presta atención a los demás. Hazles preguntas, escúchalos, interésate por sus trabajos, admira sus cualidades, comprueba sus méritos… y los demás, sin saberlo, te librarán de tu pena y te ofrecerán la alegría. ¿Por qué no estás contento hoy? No lo sabes. Ofrece al Señor tu fatiga, cansancio y preocupaciones Y luego sonríe a los demás: a tu mujer, a tu hermano, al vecino, al compañero, a la portera, al comerciante… sonríe y tu sonrisa llamará a la alegría que se había alejado.

Defiende, pues, y cultiva la alegría. La risa y el buen humor te liberarán de aquella lúgubre seriedad que vuelve los problemas pesados como el plomo, te liberarán además de la triste inquietud cotidiana. La risa y el buen humor crean espacios nuevos para alegrías desconocidas.
Es un precepto de Dios estar alegres: “Estén siempre alegres” (1 Tes. 5,16). P. Natalio.

Corazón simple y humilde
Me presento ante ti, Padre amado. Quiero ofrecerte con cariño lo que puedo hacer cada día, aunque sea imperfecto. Es tan pequeño al lado de tu infinita gloria y del regalo de tu amistad. Pero sé que te gozas cuando me entrego al servicio de tu Hijo. Tú mereces esta ofrenda de mi trabajo cotidiano. Yo no puedo saber qué valor ha tenido mi tarea. Pero dejo en tus manos los frutos de mi trabajo. Señor mío, dame un corazón humilde y libre, que no esté atado a las vanidades, reconocimientos y aplausos. Dame un corazón simple que sea capaz de darlo todo, pero dejándote a ti la gloria y el honor. Regálame la belleza de un corazón humilde y liberado. Amén.

Por favor, una sonrisa
-¡Papá! ¿Cómo se sabe cuándo uno está borracho?
-¿Ves aquellos dos hombres en la calle de enfrente? Pues, si estuvieras borracho verías cuatro.
-¡Pero, papá, si no hay más que un hombre!...

- Después del frontal, ¿qué hueso viene? – pregunta el profesor.
- El temporal – responde el alumno.
-¿Y después del temporal?
- Después del temporal viene la calma...

Pensamientos
- Nunca la naturaleza dice una cosa y la sabiduría otra. Juvenal.
- Mezcla a tu prudencia un grano de locura. Horacio.
- El respeto humano es una falta de respeto para consigo mismo. Una bandera que escondemos en el bolsillo deja de ser una bandera, para convertirse en un pañuelo con el que nos limpiamos la nariz. Emile de Girardin.
- No hables mal del puente hasta haber cruzado el río. Proverbio.
- No lo hagas, si no conviene. No lo digas, si no es verdad. Marco Aurelio.
- En el camino de la sabiduría, el primer paso es hacer silencio; el segundo, escuchar; el tercero, recordar; el cuarto practicar; y el quinto, enseñar a otros. Anónimo.
- El riesgo cristiano consiste en saber arriesgar por Dios todo lo que no es Dios. Gustave Tbibon
- Si nos preocupamos demasiado por nosotros mismos, no nos queda tiempo para los demás. Si no se vive para los demás la vida carece de sentido. Beata Teresa de Calcuta.
- Hay algo tan necesario como el pan de cada día: es la paz de cada día, sin la cual el mismo pan es amargo. Amado Nervo.

domingo, 1 de agosto de 2010

Semanario Nº 166º – 1º de agosto 2010


Los buenos consejos

Buenos días, amigo/a.

Hay en ti dos facultades rectoras que te ayudan a tomar decisiones. Son la inteligencia y la voluntad. La inteligencia ilumina las razones a favor o en contra, y hace una evaluación de lo que es más conveniente. Entonces tu voluntad, toma la decisión y actúa por lo mejor. A este proceso se lo llama discernimiento. Una anécdota te lo esclarecerá.

Cierto día un señor al ir paseando por el campo se encontró con un leñador que afanosamente estaba cortando un tronco. El caminante le preguntó: —Disculpe señor, usted parece estar exhausto..., ¿cuánto tiempo ha estado trabajando? —Más de seis horas —fue su respuesta.
—¿No sería bueno que descansara un poco y afilara su serrucho? El hombre respondió: —No... no tengo tiempo, pues hay mucha leña que cortar. —Pero si afila su sierra cortará más rápido y, si descansa, tendrá fuerzas para cortar más. El hombre se quedó pensativo, como dando la razón a aquel señor, pero miró su reloj, luego la leña, y continuó cortando el tronco sin tener en cuenta el valioso consejo que aquel hombre le había dado.

El tiempo utilizado en estudiar un problema no es tiempo perdido. Evita los desánimos que surgen cuando se encuentran dificultades en plena acción. Esto detiene el empuje y entra la desconfianza al comprobar errores. Sin embargo, debes estar dispuesto a resolver siempre estas situaciones con inteligente paciencia. Que sepas discernir con sabiduría. P. Natalio.

Decálogo de ecología
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas y a la Naturaleza como a ti mismo.
2. No defenderás a la Naturaleza sólo de palabra, sino sobre todo a través de tus actos.
3. Guardarás las florestas vírgenes, pues tu vida depende de ellas.
4. Honrarás la flora, la fauna y todas las formas de vida.
5. No matarás ninguna clase de vida, por pequeña e indefensa que sea.
6. No pecarás contra la pureza del aire permitiendo que la industria contamine lo que los niños respiran.
7. No robarás de la tierra su capa de humus, condenando el suelo a la esterilidad.
8. No levantarás falso testimonio justificando tus crímenes con lucro y progreso.
9. No desearás para tu provecho que las fuentes y los ríos se envenenen con los vertidos industriales.
10. No codiciarás objetos ni adornos cuya fabricación destruya la Naturaleza.

Alabanza a Cristo Jesús
Te ofrezco hoy una breve y hermosa oración de alabanza a Jesús. Glorifica a Jesús por siete motivos que te ligan a él con sentimientos de admiración y gratitud. Es una oración que ensanchará tu corazón y te llenará de alegría y gozo al verte objeto de la ternura de quien dio su vida por ti. San Pablo lo dice con pocas palabras: “Me amó y se entregó por mí”.

Alabado seas Jesús, por tu sonrisa, por el cariño que pones en tu trato con nosotros.
Alabado seas por tu mirada que ilumina y serena, que alegra y acaricia.
Alabado seas por tus palabras que orientan y conducen, que enseñan el verdadero camino.
Alabado seas por tus manos que nos sanan, nos alivian y nos contienen.
Alabado seas por tu presencia constante, porque nunca te vas, porque jamás nos abandonas.
Alabado seas porque eres el viviente, que te levantaste victorioso de la muerte.
Alabado seas porque eres Dios, pero también quisiste ser uno de nosotros. Amén.

Oraciones como ésta anudan una relación muy vivencial y fuerte con el Señor. Son a propósito para cultivar un profundo trato de amistad con quien sabes que te ama de verdad. Que la aproveches para animarte a ese diálogo de amor en que consiste la verdadera oración. “Es cuestión de amar mucho”, dijo santa Teresa de Ávila. P. Natalio.

¿Fue un insulto?
Un hombre viajaba muy tranquilo en su coche en una zona montañosa. Sucedió que al entrar en una curva peligrosa, otro coche salía de ésta dando volantazos y viniendo hacia él de manera muy peligrosa. Al pasar a su lado casi rozando, gritó su conductor: —¡Cerdo!
El primer hombre indignado le respondió con otro insulto y continuó como pudo entrando en la curva y una vez que estaba en ella se encontró de repente con un enorme cerdo, que no pudo esquivar y al que golpeó saliéndose de la carretera y quedando tirado en la cuneta.

Pensamientos
- La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen. Blaise Pascal.
- La espada del resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se odia, atraviesa a quien guarda rencor. San Agustín.
- Me lamenté de no tener zapatos; hasta que encontré a un hombre que no tenía pies. Proverbio.
- La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia. Jean de la Fontaine.
- Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año. Ralph Waldo Emerson
- Es cordura provechosa ahorrarse disgustos. La prudencia evita muchos. Baltasar Gracián.
- La prudencia es el más excelso de todos los bienes. Epicteto.
- Hay más motivos de alarma que de sufrimiento, y sufrimos más por la imaginación que por la realidad. Nos atormentamos demasiado, o demasiado pronto, o sin ningún motivo. Séneca.
Gracias por tu visita!!!