domingo, 4 de diciembre de 2011

Semanario Nº 236º


La escalera de caracol
Un carpintero se puso un día a construir una escalera de caracol para
llegar al cielo. Pasó un vecino, vio lo que estaba haciendo y le dijo:
—Si me regalas un pequeño pedazo, a mí me servirá mucho y a tu obra
casi no le perjudicará, ¿pudieras regalarme un tramo de tu escalera?
El carpintero se rascó la cabeza y se lo dio. El vecino se lo
agradeció y se fue contento.
Después vino otra persona y le explicó que permitiéndole usar unos
peldaños trabajaría y alimentaría a sus hijos. El carpintero accedió y
le regaló unos peldaños. El hombre se retiró contento y agradecido. El
carpintero continuó trabajando en su obra. Pasó por allí una pobre
mujer y le pidió que le regalara un pedazo de madera, ya que era
urgente arreglar una pared de su casa por la que se colaba el viento.
El carpintero accedió. La mujer se alejó contenta y agradecida.
Vinieron muchos más y el carpintero seguía accediendo. El invierno era
duro, la miseria muy grande y el carpintero daba a todos pedazos de su
escalera, aún para quemarlos como leña. Y decía: —No comprendo, mujer.
Mi escalera es cada vez más chica y, sin embargo, ¡subo por ella al
cielo! Ella le respondió:
—¿Acaso no te has dado cuenta que por tu generosidad el cielo está más
cerca de la tierra?
Que este día repartas... y subas un escalón más de tu escalera para
llegar al cielo.


Terapia del elogio
Renombrados terapeutas expertos en “familias”, comentaron una reciente
investiga-ción. Resulta claro que los miembros de las familias en
general son cada vez más fríos, no existe más cariño, no se da más
valor a las cualidades, solo se escuchan críticas. Las personas están
cada vez más intolerantes y se desgastan subrayando los defectos de
los otros. Por eso, las relaciones de hoy no duran.

No vemos a los hombres elogiar a sus mujeres o viceversa, no vemos a
los jefes valorar el trabajo de sus subordinados, no vemos nunca a los
padres e hijos apreciándose. Solo vemos personas superficiales,
fanáticos de artistas, cantores, de personas que usan la imagen para
ganar dinero. Esa ausencia de elogio ha afectado mucho a las familias.
La falta de diálogo en los hogares y el exceso de orgullo impiden que
las personas digan lo que sienten. Así destruyen sus matrimonios, y
acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de su
casa.

Valora tu familia, amigos, alumnos, subordinados. Elogia al buen
profesional, la buena actitud, la ética, la simpatía de tus
compañeros/as, el comportamiento de tus hijos. Observa lo que agrada a
las personas. En fin, somos parte de una sociedad en la que uno
necesita del otro, y los elogios son motivación importante en la vida
de cualquiera. ¿Cuántas personas podrías hacer feliz hoy elogiándolas
de alguna manera? ¡Yo comienzo! ¡Tú eres muy especial y en verdad el
mundo es más bonito... por tu causa!

Por los seres queridos
Dios mío, que derramas vida por todas partes, te doy gracias por mis
seres queridos, que son un regalo de tu amor infinito. Tú los creaste
con inmensa ternura y los confiaste a mi cuidado. Sabes bien, Señor,
que es una misión muy grande y delicada. Muchas veces dudo, me lleno
de temores, y no sé cómo actuar. Por eso estoy aquí, en tu presencia
para dejarlos en tus brazos. Tú conoces sus necesidades más profundas.
Sabes mejor que nadie cómo están hechos. Ayúdalos, Dios mío, para que
vivan felices, sanos y fuertes. Rodéalos con tu protección divina,
para que nada ni nadie les haga daño, y enséñales a enfrentar las
dificultades de la vida. Entra en ellos, Jesús, para hacerles
experimentar tu amor que los sostiene. Que te conozcan, Señor, que
crezcan en tu amistad, y que encuentren en tu compañía el mejor apoyo.
Amén.

Jaimito reprobado
La maestra reparte las pruebas y lee las notas:
—Luisito un diez, Pedrito un ocho, Juanito un seis y Jaimito un cero.
—Oiga, señorita, ¿y por qué a mí me puso un cero?
—Porque has copiado el examen de Pedrito.
—¿Y usted cómo lo sabe?
—Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última
pregunta Pedrito respondió:
—Ésa, no me la sé, y tú has puesto:
—Yo tampoco.

Pensamientos
– Aprende a ser dueño de tus estados de ánimo negativos, mediante una
acción positiva. Si te sientes deprimido, canta; si te sientes triste
ríe; si te sientes enfermo redobla tu trabajo; si sientes miedo
lánzate delante. Og Mandino.
- Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia
insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea,
y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del
momento creativo. Juan Pablo II.
- Si no plantamos el árbol de la sabiduría cuando somos jóvenes, no
podrá prestarnos su sombra en la vejez. Lord Chesterfield.
- Nunca sabe un hombre de lo que es capaz hasta que lo intenta. Charles Dickens.
- No es más fuerte la razón porque se diga a gritos. Alejandro Casona.
- Unidos, nos mantendremos en pie; divididos, nos caeremos. Esopo.
- Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive. Gabriel Marcel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!