domingo, 3 de febrero de 2013

Semanario  Nº 297
Todos volvieron… menos uno
Al finalizar Primera Guerra Mundial, un grupo de oficiales, en la
última reunión, festejaban la victoria, y se disponían a volver a sus
países. Para no dejar que el tiempo y la distancia los separase para
siempre, fijaron una fecha para reunirse de nuevo. Llevados de su
impiedad, terminaron con esta expresión: —¡Y aunque estemos en el
Infierno, volveremos todos en la fecha fijada! Todos asintieron entre
grandes risotadas. Pasaron varios años, y llegó la fecha prevista para
la reunión... Entre abrazos, saludos y preguntas se encontraron de
nuevo todos los oficiales... Todos, menos uno. Estaban en el culmen
del festejo cuando, de pronto, se abrió la puerta y apareció el
compañero que faltaba, envuelto en llamas y  gritando: —¡El Infierno
existe, y yo estoy en él!...

Viaja hacia dentro

Sal con tiempo y camina; tu ser entero lo agradecerá. Si has de tomar
un vehículo, que sea de transporte público. Haz que el tiempo en el
autobús o el tren sea enriquecedor y cada día te parecerá más
gratificante respecto al tiempo perdido en los atascos. Viaja hacia tu
mundo interior con un tiempo de calidad dedicado a la meditación;
descubrirás paisajes increíbles y enriquecerás todas las dimensiones
de tu vida. Escribe un diario y disfruta más de tu existencia. Visita
a la gente que está sola, y pasea también, con respeto y admiración,
por sus mundos personales. Si quieres conocer de verdad el mundo,
descúbrelo por carreteras secundarias, comiendo su comida, bebiendo su
vino, bailando su música y estando en contacto con la realidad.

Aceptar mi persona

Padre mío, en tus manos me pongo, con lo poco que soy, feliz de ser
como soy. Si alguna vez sentí tristeza y vergüenza de mi persona, te
pido perdón por haberme avergonzado de la obra de tus manos. Te doy
gracias por haberme hecho capaz de pensar que pienso, portador de un
aliento divino e inmortal. Dame la gracia de perdonar-amar esta
extraña personalidad. En tu voluntad perdono-amo tantas cosas muy mías
que hasta ahora no me gustaban. En tus manos me pongo y con lo poco
que soy, feliz de ser como soy, amigo de mí mismo. Hágase tu voluntad.
(Ignacio Larrañaga).

Míreme la barba

Está comprobado por la experiencia que los pensamientos que ocupan
nuestra mente al quedar dormidos son, por lo general, los primeros que
encontramos al despertarnos y, muchas veces, si son situaciones
problemáticas, se presenta la oportuna solución de las mismas. Esto
puedes aplicarlo con regularidad para aprovechar la actividad nocturna
del subconsciente.

Antes de operarlo el cirujano dijo al paciente:
—Manténgase tranquilo. Conozco perfectamente mi oficio. Al ser
anestesiado y caer en sueño profundo duérmase mirando mi barba. Ella
le dará confianza y cuando despierte, será lo primero que verán sus
ojos.
El enfermo se durmió profundamente. Cuando recobró la conciencia,
lleno de alegría su mirada se encontró con la barba venerable.
—¡Oh, gracias profesor, no he sentido ningún dolor!
—¡No soy ningún profesor, soy san Pedro!

Bueno, después de tu sonrisa, te reitero que utilices los últimos
momentos de la jornada para sembrar en tu subconsciente preguntas y
planteos, con la segura esperanza de encontrar al despertar
sorprendentes pistas y aciertos. Acompaña este ejercicio con una
oración de súplica como la que hace el agricultor al sembrar el campo.
Que el Señor te bendiga.  P. Natalio.

Pensamientos

- Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de
la gente buena. Mahatma Gandhi.
- No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.
Alejandro Casona.
- Sólo cuando uno ha empezado a aceptarse y amarse a sí mismo, es
capaz de aceptar a los demás. José Luis Martín Descalzo.
- Los ideales que iluminan mi camino, y una y otra vez me han dado
coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la
belleza y la verdad. Albert Einstein.
- Tu regla inviolable deber ser: no hacer nunca nada que hiera tu
conciencia y de lo que tengas que ruborizarte. Horacio.
- Cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo. Séneca.
- No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que
eres delante de Dios, eso eres y nada más. Tomás de Kempis.
-Ten por seguro y por cierto que perdonar y amar, es siempre más
importante que tener razón. Decálogo de la convivencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!