domingo, 28 de julio de 2013

Semanario  Nº 322º
¿Por qué gritar?
Cierta vez un filósofo preguntó a sus discípulos: ¿Por qué las
personas se gritan cuando están enojadas? El pequeño grupo de
iniciados pensó unos momentos: Porque perdemos la calma -dijo uno-,
por eso gritamos. -Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a
tu lado? preguntó el sabio. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por
qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los oyentes dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas
satisfacía al filósofo. Finalmente él explicó: Cuando dos personas
están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa
distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados
estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a
través de esa gran distancia producida. Luego el filósofo preguntó:
¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?  Ellos no se gritan sino
que se hablan suavemente... ¿Por qué? Porque sus corazones están muy
cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
El sabio continuó: Cuando se enamoran aún más, no hablan, sólo
susurran. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y
eso es todo. Así es ¡cuán cerca están dos personas cuando se aman!
Luego el filosófo concluyó su lección: Cuando discutan no dejen que
sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más,
llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el
camino de regreso.

"Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y
toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y
compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha
perdonado en Cristo." Efesios 4,31-32.

Decálogo sobre el niño y la televisión

1. Sí, a la misión de entretener educando.
2. No, a la trivialidad y a las diversiones chabacanas que fomentan la
mediocridad.
3. Sí, al uso correcto del idioma, que jerarquiza y facilita la comunicación.
4. No, a la grosería y al lenguaje falsamente realista, que deforma y
envilece las relaciones humanas.
5. Sí, a los modelos que exaltan los valores irremplazables del
trabajo, la capacitación, el esfuerzo sostenido, la solidaridad, el
amor al prójimo y las virtudes cívicas y democráticas.
6. No, a la exaltación del ocio improductivo, de la especulación
egoísta, del ocio y las discriminaciones, de la guerra y la violencia.
7. Sí, al conocimiento de los recursos naturales, a su valoración,
defensa y preservación.
8. No, a la publicidad que difunde la adicción a todo tipo de drogas,
el ruido estrepitoso, la contaminación, la ostentación y la banalidad,
el exhibicionismo y la sensualidad.
9. Sí, a la formación del gusto musical, a la difusión de la buena
literatura, a la divulgación del conocimiento científico y tecnológico
y del patrimonio histórico y artístico de la Nación.
10. No, a la programación de obras de ficción cuyos mensajes atentan
contra la familia, el derecho a la vida, la paz, la fraternidad
universal y la identidad nacional.

NB. Decálogo sancionado por el 28° Congreso argentino y el 11°
Congreso Internacional sobre "El niño y la televisión" (Bs. As.). La
Academia Argentina de la Comunicación, presidida por el Dr. Armando
Piñeiro ha adherido oficialmente y exhorta a la difusión de este
documento.

Señor, transforma mi vida

Señor, tú conoces mis vanidades y mis egoísmos, pero sabes que deseo
entregarme más. Quiero penetrar un poco más en tu amistad y en tu
camino. Por eso te pido que recibas el humilde ofrecimiento de mi
vida, para que tú la transformes. Te entrego, Señor, mis esfuerzos y
mis trabajos, mis cansancios y mis intentos. Sabes que todo tiene
manchas, pero te lo entrego, para que sanes lo que no te agrade y
bendigas lo que te glorifique. Toma mis pensamientos y afectos, mis
búsquedas y mis deseos. Derrama la claridad de tu luz para que utilice
mejor las capacidades que me regalaste y para que mi energía no se
desgaste en metas egoístas. Toma todo mi ser, Dios mío, y manifiesta
en mi vida tu gloria. Amén.

No recibe a nadie

—¿Está en casa el señor? - pregunta el visitante a la criada.
—Sí, pero cuando está en casa no recibe a nadie.
—¡Qué le vamos a hacer, volveré cuando no esté!
Qué pedirías al hada
—Si se te apareciera un hada con una varita mágica y te invitara a
pedirle algo que deseas poseer, ¿qué le pedirías? - preguntan a un
niño.
—La varita – responde éste.

Pensamientos

- Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras
el género humano no escucha.  Victor Hugo.
- El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan 4, 8
- El optimista descubre una oportunidad en toda calamidad, mientras el
pesimista señala una calamidad en toda oportunidad. Winston Churcill.
- El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se
nos escapa el presente. Gustavo Flaubert.
- Sé prudente. Lo mejor en todo es esperar la ocasión propicia. Hesíodo.
- No entregues la felicidad de muchos años por el riesgo de una hora.
Tito Livio.
- Resulta más fácil a los hombres oponer el pecho a una granizada de
balas que enfrentarse con una sonrisa maliciosa. Cardenal Suenens.
- Quienes pueden tener una larga paciencia, pueden seguramente obtener
cualquier cosa que se propongan. Benjamín Franklin.

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