domingo, 20 de noviembre de 2011

Semanario Nº 234º

Una carta de Dios
Un monje piadoso siempre pedía la gracia de ver a Dios. Cierto día,
recibió la siguiente carta: “Ponte en camino, porque quiero
encontrarme contigo, pasando el río, al otro lado de la montaña.
Firmado: Dios”.
El religioso obedeció de inmediato. Pero, en el medio del viaje, se
encontró con un herido que le pidió ayuda. Rápidamente, el monje le
explicó que no podía detenerse, porque Dios lo estaba esperando del
otro lado de la montaña antes de que oscureciera. Pero le prometió que
volvería una vez que se hubiera encontrado con Dios. Y continúo
apresuradamente su camino.
Más adelante se encontró con un carro atascado y con una persona que
pedía ayuda para sacarlo del barro. El monje prometió ayudarlo tan
pronto como regresara de su viaje. Horas más tarde, cansado, pero
esperanzado, llegó al lugar del encuentro con Dios. Pero, para su
sorpresa, sólo encontró una nota que decía: “Fui a ayudar a los
heridos que dejaste abandonados y volveré más tarde. Firmado: ¡Dios!”.

Decálogo de la laboriosidad
1. Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.
2. La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de
concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio
hacer.
3. Haga el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque
esté cansado y le suponga esfuerzo.
4. Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho,
confundiendo este valor con el activismo. Piense en las hormigas o en
las abejas. Huya de la precipitación
5. Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas, y
no acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es hacer
las cosas mal, pues hay que repetirlas.
6. Un enemigo grande de la laboriosidad es la falta de diligencia; es
decir aplazar las cosas, llevar un ritmo cansino, no tener
iniciativas...
7. Respete el tiempo de los demás: sea puntual. No interrumpa el
trabajo de otros. Prepare las reuniones. Estudie los asuntos antes de
hablar con otra persona. Así su tiempo y el de los demás será más
productivo.
8. Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer; no lo
más urgente ni lo que más le gusta. Primero lo Primero.
9. Cuando esté cansado haga una actividad que le exija menos esfuerzo;
cambie de ocupación. Distribuya los distintos trabajos a lo largo del
día y la semana según el nivel de dificultad y su capacidad
productiva.
10. El trabajo, cuando se hace por valores y con valores desarrolla la
personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional,
incrementa las propias capacidades, sirve para sacar adelante la
familia y contribuye al bienestar social. El trabajo es una bendición
de Dios.

Perdóname y libérame, Señor
Señor amado, mi fortaleza, mi roca y mi esperanza. Vengo a tu
presencia buscando luz. Conoces mi corazón y sé que no puedo
engañarte. Ante tus ojos está toda mi verdad clara y desnuda. Tú
puedes ver, Señor, lo que no fue auténtico en mi entrega, lo que no
fue sincero o generoso en mis esfuerzos. Deseo ser útil a los demás y
cumplir mi misión en esta tierra. Pero yo sé que sin ti nada puedo,
que te necesito. Te pido que purifiques lo que hubo de egoísmo en mis
tareas. Te ruego que perdones mi falta de generosidad. Si mi corazón
no estuvo del todo disponible para los demás, si me busqué a mí mismo,
si cuidé demasiado mi imagen o busqué la apariencia, la aprobación
ajena. Si me obsesioné por el poder o el placer egoísta, en lugar de
buscar tu gloria y el bien de los demás. Si me faltó alegría, si no
viví en tu presencia mis trabajos. Por todo eso perdóname y libérame,
Señor. Así, imperfecto como soy, te alabo y te doy gracias porque me
diste el regalo de ser tu instrumento para mejorar el mundo. Amén.

Diálogo matrimonial
El esposo le dice a su mujer:
—Querida, ¿sabes que se hizo una investigación de expertos en
familias, y se comprobó que los hombres dicen cerca de 15.000.000 de
palabras, mientras que las mujeres dicen más de 30.000.000? Ella
rápidamente le respondió:
—Es normal que sea así, porque a ustedes, los hombres, hay que
repetirles dos veces las cosas para que las entiendan. Y el esposo le
preguntó:
—¿Por favor, cómo dijiste?

Pensamientos
- Deja a un lado la pusilanimidad y camina con firmeza. Si estás
defendido con la armadura de la fe, nada podrá dañarte. San Francisco
de Sales.
- No pierdas un minuto siquiera en lamentarte por las derrotas y los
errores del ayer. Vive con plenitud e intensidad este día como si
fuera el último de tu vida. Og Mandino.
- Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela
una vida plena de belleza y libertad? Albert Einstein.
- La esperanza es... la visión positiva y luminosa del mundo a pesar
del mal, de la pobreza, la desigualdad, la guerra, el pecado y la
muerte.
- Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las
acciones de la gente perversa, sino de los pasmosos silencios de la
gente buena. Martin Luther King
- Si no esperas lo inesperado, no lo reconocerás cuando llegue. Heráclito
- En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos. Alejandro Casona.

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