domingo, 19 de febrero de 2012

Semanario Nº 247º

El caso de Marthe Robin
La encefalitis que se apoderó de Marthe Robin, una joven francesa que
vivía con sus padres en una humilde casa del centro de Francia, la
postró en una cama inmóvil, ciega y sin poder comer ni dormir. Sin
embargo, y contra toda explicación racional, logró sobrevivir durante
más de 50 años con la Sagrada Hostia como único alimento. Desde su
mística y desde su fe poderosa, la joven, quien aseguraba que «Cristo
es mi alimento sobreabundante», logró fundar más de 70 «Hogares de
Caridad» en los cinco continentes. El Vaticano, hoy, estudia la causa
de su beatificación.
En 1928, a los 26 años de edad, la encefalitis que se apoderaba poco a
poco del frágil cuerpo de Marthe Robin, la sexta hija de un matrimonio
de humildes campesinos de la pequeña localidad de Chateau
neuf-de-Galeur, cerca de Lyon, paralizó todos sus músculos, incluso
aquellos que inconscientemente nos permiten tragar los alimentos y la
bebida. Su estado se agravó aún más, fruto de un insomnio persistente
y de la ceguera. El diagnóstico, al final, era tajante: Marthe Robin
moriría pronto y lo único que se podía hacer era llamar a un sacerdote
para que recibiera la unción de enfermos.
La joven, en extremo piadosa, preparó su alma para entregarla al Señor
y recibió el viático un miércoles. Una semana después, Robin seguía
viva y la familia volvió a llamar al sacerdote para que la confortara
en sus «últimos días» con la Comunión. A la semana siguiente, Marthe
vivía. Y así semana tras semana, mes tras mes... hasta 53 años vivió
Marthe desafiando las ciencias precisas de la Biología y de la
Medicina, que nos enseñan que ningún ser vivo puede vivir sin
alimentos. Ella entendió que era el mismo Jesús quien le daba las
fuerzas para seguir viviendo: «No hay que asombrarse de que yo pueda
vivir en total ayuno. El cuerpo y la sangre de Cristo son mi alimento
sobreabundante».

Cómo conservar la calma
En los momentos críticos aprende a conservar la calma, de modo que tus
decisiones sean justas y sabias. En lugar de exasperarte y dejarte
dominar por la ira, cállate porque el silencio aquieta. Respira
profundamente y ora. Ganas serenidad si cierras tus ojos y te ves en
un lugar paradisíaco, mientras repites pensamientos positivos.
Recuerda que Dios está en tu corazón y estarás tranquilo sin
desesperarte. El hombre espiritual es dueño de sí mismo ante la
adversidad. La ira es fuente de males casi siempre más graves que
aquellos que la causan. Corta las raíces de la irritación que no están
fuera sino en tu corazón: egoísmo, ambición, orgullo, odio e
incomprensión.
¿Cómo podrás apagar el incendio de la ira si lo alimentas con la leña
del fanatismo, el rencor o la soberbia? Aprecia los valores
espirituales y permanecerás imperturbable ante las crisis, que se
solucionan con la calma, pero se ahondan con el enfado.

Espero en ti, Señor
Dueño de mi vida, creo en ti y sé que sin ti nada puedo. Te necesito
para seguir viviendo. Pero a veces me dejo llevar por algunos
pensamientos negativos. Otras veces siento que ya no me ayudas, o me
parece que no me escuchas. Las cosas que dicen por ahí me hacen dudar,
y a veces no se qué responder cuando cuestionan mi fe.
Pero la fe es un regalo tuyo, no es algo que nosotros fabricamos. Por
eso te ruego Señor, que derrames tu Espíritu Santo y fortalezcas mi
fe, para que nada la haga tambalear. Yo creo, Señor, pero te pido que
aumentes esta fe, pequeña y débil. Regálame una profunda convicción
interior, para que no me deje engañar y convencer por los incrédulos.
Porque el mundo indiferente no tiene nada mejor para ofrecerme. El
mundo no tiene tu consuelo, tu luz, tu belleza. El mundo no puede
darme. la esperanza que sólo tú me das. Te acepto una ve más, Señor, y
espero en ti. Amén.

Artículos del hogar
- ¿En qué andás ahora, compañero?
- Artículos del hogar, amigazo.
- ¿Estás de vendedor en algún negocio o te pusiste un boliche por tu cuenta?
- Ninguna de las dos cosas. Estoy vendiendo todo lo que tengo en casa…

Pensamientos
- Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una
vida bien usada causa una dulce muerte. Leonardo Da Vinci. .
- Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me
desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era
alegría. Rabindranath Tagore.
- La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles
algo que aprender.
Leonardo Da Vinci.
- Deja a un lado la pusilanimidad y camina con firmeza. Si estás
defendido con la armadura de la fe, nada podrá dañarte. San Francisco
de Sales.
- Viajar sólo sirve para amar más nuestro rincón natal. Noel Clarasó.
- Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en
otra parte. François de la Rochefoucauld.
- Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos
de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la
espera. Nicolas Boileau.
.- Todas las causas buenas encuentran siempre muchos abogados, pero
pocos mártires. Ernest Jünger.
- Las verdades no echan raíces, a no ser que se las riegue con sangre
y con sudor. P. Roux.

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