domingo, 6 de marzo de 2011

Semanario Nº 197º   


Los tres viejos
Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín. Ella no los conocía y les dijo: -No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que puedan comer algo. Ellos preguntaron: -¿Está el hombre de la casa? -No-, respondió ella, -No está. -Entonces no podemos entrar-, dijeron ellos. Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido. ¡Entonces vé, diles que ya llegué e invítalos a pasar!

La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa. -No podemos entrar a una casa los tres juntos-, explicaron los viejitos. -¿Por qué?-, quiso saber ella. Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó: -Su nombre es Riqueza... Luego indicó hacia el otro. -Su nombre es Éxito... y yo me llamo Amor. Ahora ve adentro y decidan con tu marido a cuál de nosotros tres Uds. desean invitar a su casa.

La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que le habían dicho. El hombre se puso feliz: -¡Qué bueno! Y ya que así es el asunto, entonces invitemos a Riqueza, dejemos que entre y llene nuestra casa de riqueza. Su esposa no estuvo de acuerdo: -Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito? La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo con una idea: -¿No sería mejor invitar a Amor? ¡Nuestro hogar entonces estaría lleno de amor!

Hagamos caso del consejo de nuestra hija, - dijo el esposo a su mujer. Ve afuera e invita a Amor para que sea nuestro huésped. La esposa salió afuera y les preguntó a los tres viejos: -¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor, que venga para que sea nuestro invitado. Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron. Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y Éxito: -Yo sólo invité a Amor, ¿Por qué también vienen Uds.?

Los viejos respondieron juntos: - Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde sea que él vaya, nosotros vamos con él. ¡Dondequiera que hay amor, hay también riqueza y éxito!

Sé indulgente
¡Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de su frialdad. O bien uno ha dicho a la ligera una palabra que nos ha disgustado, acaso un imprudente nos recordó palabras proferidas contra nosotros, y de todas estas tonterías hacemos una montaña. Como triste consecuencia queda una amistad turbada y quizás perdida por algo que no mereció la pena haberlo tenido en cuenta.
Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan podido causar; no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas o desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima; juzga siempre de buena intención a aquellos que te hayan hecho algún agravio, en fin, muestra un semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana, que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.
“El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y dominio de sí mismo” (Gálatas 5, 22-23).

Oración del amigo
Jesús, tú que lloraste por un amigo y le diste vida nueva, ayúdanos a valorar a nuestros amigos, aceptar sus vidas, respetar sus ideales, perdonar sus errores, compartir con ellos el dolor y la alegría., a ofrecerles lo mejor de nosotros. Gracias porque tú estás en ellos y nos acompañas en el vivir de cada día. Bendícelos con el don de la verdadera paz, cuídalos para que siempre irradien la luz de tu amor. Amén.

Un sentido más
Somos cinco hermanos. Mi hermanita menor que está en primer grado de escuela, se pasó bastante tiempo aquella tarde preparándose para un examen. Cuando terminó de estudiar, le dijo satisfecha a la mamá:
—Ahora me voy a jugar porque ya lo sé todo.
—Vamos a ver. ¿Cuáles son los sentidos? Le interrogó su madre.
—El sentido del oído, el sentido del gusto…
Y se cortó, esforzándose en recordar los otros sentidos… hasta que con mucha soltura y seguridad añadió:
—Ya está: ¡el sentido del humor!
Pensamientos
- Las flores son sonrisas de Dios, como las estrellas: aquéllas cayeron sobre la tierra, éstas se quedaron por el camino. Luis Veuillot.
- Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha. Victor Hugo.
- Mantente fiel a tus ideales espirituales, aunque seas objeto de burla de parte de aquellos que han abandonado sus ideales por doblegarse a la aceptación social. Epitecto
- El odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida. Charles Baudelaire.
- No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela. Albert Einstein.
- La vida sin amor no vale nada. Pero donde hay amor, la vida rebosa sentido. Dietrich Bonhoeffer.
- La filosofía de mi vida siempre ha sido que las dificultades se esfuman cuando se les hace frente con valentía. Isaac Asimov.
- Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente. Confucio.

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