domingo, 15 de mayo de 2011

Semanario Nº 207º
La mujer que amansó al león
                             Se cuenta que en una aldea en Etiopía, un hombre y una mujer, viudos,
aunque jóvenes, decidieron formar una nueva familia. Pero había un
problema: el hombre tenía un hijo de corta edad, que extrañaba la
pérdida de su madre. La nueva esposa le preparaba comidas especiales,
le confeccionaba bonitos vestidos y lo trataba con dulzura, pero el
niño, ni siquiera le hablaba.

La mujer acude a un consejero y le dice: - ¿Qué puedo hacer para que
mi hijo me acepte como madre? - Me tienes que traer tres pelos del
bigote de un león - le dice el sabio a la mujer. La mujer se va
preocupada, preguntándose ¿cómo le podía sacar tres pelos a un león
sin ser devorada?, pero decide intentarlo por el bien de su familia.

Cuando al fin encontró un león, guardó una distancia prudencial,
temerosa de acercarse. Permaneció largo rato observándolo de lejos. La
espera se hizo interminable. Hasta que la mujer decidió ofrecerle
comida. Después de acercarse un poco más, le dejó un pedazo de carne y
se alejó. Y cada día hacía lo mismo. Poco a poco, el león se
acostumbró a la presencia de la mujer, hasta que ésta pasó a formar
parte de su vida.

Un día, cuando el león estaba dormido, le arrancó tres pelos del
bigote, sin dificultad. Pero antes de llevarle los pelos al consejero,
comprendió que su problema estaba resuelto: había encontrado el valor
de la paciencia. Como al león, debía acercarse al niño poco a poco,
esperando sin cansarse, respetando su actitud y su territorio, hasta
conquistar su corazón con la paciencia.

Una virtud indispensable
Paciencia es amar a los demás aún cuando te decepcionen y no los
comprendas. Es aceptarlos tal como son y perdonarlos por lo que hayan
hecho. Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es
hacer cosas que te mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo
mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar
cuánto tiempo sea necesario. Paciencia es estar dispuesto a
enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo que la
vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar
cada reto. Paciencia es la capacidad de continuar amando y riendo sin
importar las circunstancias, porque reconoces que, con el tiempo, esas
situaciones cambiarán y que el amor y la risa dan un profundo
significado a la vida y te ofrecen la ocasión de continuar teniendo
paciencia.

Dame paciencia, Señor
Señor, acepto que hoy no sea un día perfecto, ya he aprendido que esta
tierra todavía no es el cielo. Sólo te pido que mi vida no sea inútil,
que lo que yo viva hoy sirva para algo. No pretendo que todo sea
fascinante en este día, y quiero regalarte con amor todo pequeño
cansancio, sufrimiento, contratiempo o dificultad que deba soportar.
Te ofrezco, Señor amado, todo lo que me pueda desagradar en esta
jornada, te lo entrego con amor, así como tú te entregaste entero,
hasta el fin, en la cruz. Dame mucha paciencia, Señor mío, para poder
responder al mal con el bien, para no entrar en una espiral de
violencia, para aceptar con calma todo lo que me perturbe en mi
relación con los demás. Te lo entrego todo a ti. Recíbelo, Señor. (P.
Fernández).

Cinco mil panes…
Un cura rural, todo bondad, explica en la homilía la multiplicación de
los panes. Pero por ahí se le traba la lengua y dice:
—Os dais cuenta, amadísimo hermanos, ¡alimentar a cinco hombres con
cinco mil panes! El sacristán desde un rincón de la iglesita, comentó
en voz alta:
—¡Eso lo hace cualquiera! Los fieles no pueden contener la risa. Pero,
el próximo domingo el cura, que se había dado cuenta del error,
rectifica:
—El otro día me equivoqué. Quería decir que Nuestro Señor alimentó a
cinco mil hombres con cinco panes. Y señalando al sacristán, añadió:
—Esto sí que nadie es capaz de hacerlo. El sacristán inmutable contestó:
—Pues claro que sí… ¡con todas las sobras del domingo pasado!

Pensamientos
- La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque
carece de toda apariencia de heroísmo. Giacomo Leopardi.
- La mayor parte de los fracasos nos viene por querer adelantar la
hora de los éxitos. Amado Nervo.
- No estropeemos la flor abriéndola con los dedos. La flor se abrirá y
el fruto madurará en la estación y en la hora que sólo Dios sabe. A
nosotros nos toca sembrar, regar y esperar. George Chevrot
- Nada resulta más atractivo en una persona que su cortesía, su
paciencia y su tolerancia. Cicerón.
- Sólo triunfa en la lucha por la vida aquél que tiene la paciencia en
sus buenos propósitos e intenciones. Proverbio árabe
- No hay auténtico genio sin paciencia. Alfredo de Musset.
- Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea. Benjamin Franklin.
- La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la
debilidad del fuerte. Manuel Kant.
- La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia.
Juan de la Fontaine.
- El mejor fuego no es el que se enciende rápidamente. George Eliot.

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