domingo, 12 de junio de 2011

Semanario Nº 211º

La cúspide y el valle
Cuando llegó el sauce a la comarca buscando fortuna, la cúspide y el
valle se apresuraron a hacerle sus ofrecimientos. La primera,
codiciando tan admirable adorno para su calva cabeza, lo buscó por la
vanidad. Le ponderó la gloria que sería para él dominar desde lo alto
de tan imperial cima todas las tierras encerradas en el horizonte, con todas sus plantas, grandes y pequeñas, y sus habitantes, desde el insecto imperceptible hasta el hombre orgulloso.

Se dejó tentar el sauce y quiso subir hasta la cúspide. Pero cuanto
más subía, más iba sufriendo de la sed y de la violencia del viento;
se marchitaban sus hojas; sus mejores ramas se quebraban; y cuando vio
lo que todavía tenía que arrostrar para llegar, le gritó a la cúspide
que no lo esperase, pues encontraba por demás áspera la senda de la
gloria. Bajó hasta el valle. Allí lo saludó discretamente el arroyuelo
cantor, ofreciéndole sin reserva las aguas de su curso. El viento,
atajado por las montañas vecinas, apenas era un céfiro acariciador que
le refrescaba suavemente la melena, y los pájaros, alegres, venían por
bandadas a reñir y a gorjear entre su follaje.

El valle le ofreció la hospitalidad: modesta y retirada, sin gloria y
sin honores; era la vida que en él se hacía, pero vida tranquila, de
paz profunda. El sauce allí se quedó.
En las alturas sólo resiste el árbol inquebrantable o la planta
rastrera. G. Daireaux.

Billetes falsos
El Gobierno de los Estados Unidos no le enseña a los agentes del
Ministerio de Hacienda a detectar billetes falsos mediante el estudio
cuidadoso de un sinnúmero de billetes falsificados. Al contrario, les
muestra una y otra vez los billetes genuinos hasta que retengan en su
memoria el diseño en sus menores detalles. Entonces, cuando un billete
falsificado es colocado delante de ellos, lo reconocen al instante
porque no está de acuerdo con el diseño que sus ojos buscan.
Hermano/a, ¿conoces la voz del Señor? La única manera que puedes saber
si la palabra que lees o escuchas es la de Dios, es leerla o
escucharla con tanta frecuencia que, cuando leas o escuches una
palabra extraña, la puedas reconocer de inmediato. Es mil veces más
sabio dedicar tiempo para aprender la única palabra verdadera que
tratar de aprender a detectar una multitud de palabras o voces falsas.

El don de alabar a Dios
“Gloria a ti, mi Dios infinito y bello. Señor deslumbrante, vestido de
inmensa luz. Esta pequeña criatura quiere adorarte y reconocer tu
grandeza. Me postro ante ti, Señor, y te pido que toques mi corazón,
que abras mis labios y me regales el don de saber adorarte. No
permitas, Dios mío, que me encierre en mis preocupaciones y penas, no
dejes que mi boca se llene sólo de lamentos. Ayúdame a salir de mí
mismo para alabarte a ti, que eres digno de toda alabanza, mi Dios y
mi Señor amado. Santo eres, bendito seas, alabado y glorificado seas
por tu hermosura, por tu fuerza, por tu bondad, por tu inmensa paz. ¡A
ti sea la gloria por siempre! Amén.” V. Fernández.

Ahora mismo
El gran músico Rossini estaba invitado a cenar en casa de una señora
muy distinguida en París, la cual tenía fama de ser muy avara. Y, en
verdad, como la fama, así fue la cena. Rosssini, bendecido por el
cielo con un buen apetito, se levantó de la mesa con hambre. Habiendo
llegado la hora de la despedida, la condesa agradeció al ilustre
artista su visita y expresó el deseo de verlo pronto como huésped en
otra cena en su casa.
—Con mucho gusto, —replicó el músico—, si me permite ahora mismo.

Pensamientos
- Haz el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque
estés cansado y te suponga esfuerzo. Decálogo de la laboriosidad.
- Ser honesto es ser transparente; Es necesario desprenderse de las
máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus
inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias son
algunas de estas máscaras. Decálogo de la honestidad.
- Que predomine en ti el sentido de equipo, sus intereses están por
encima del lucimiento personal. Decálogo del deportista.
- Todo proceso es susceptible de ser mejorado. Cualquier problema
puede tener una mejor solución. Este convencimiento es la raíz de la
creatividad y la innovación. Decálogo de la creatividad.
- Tengan la necesaria valentía para cortar a tiempo la relación si
consideran que su convivencia será difícil. Decálogo de los novios.
- Por lo menos una vez al día, trata de decir algo cariñoso, o un
cumplido agradable a tu cónyuge. Que sea sincero. Decálogo del
matrimonio feliz.
- Valora los méritos sean de quien sean. Aplaude las buenas acciones
aunque sean del rival deportivo. Decálogo del espectador de deportes.

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