domingo, 5 de junio de 2011

Semanario Nº 210º

El ombú
Erguido en la planicie, orgullosamente asentado en sus enormes raíces,
el ombú extendía en la soledad sus opulentas ramas. En busca de un
paraje en donde edificar su choza, llegó allí un colono con su
familia. —¡Qué árbol hermoso! -exclamó uno de los hijos-; quedémonos
aquí, padre mío.
Seducido por el aspecto del árbol gigante, consintió el padre. De una raíz iba a atar con soga larga, para que comiera, el caballo del carrito en el cual venía la familia, cuando vio que allí no crecía el
pasto y tuvo que retirar el animal algo lejos del árbol. Mientras
tanto, el hijo mayor, a pedido de la madre, cortaba unas ramas para
prender el fuego y preparar el almuerzo. Pero pronto vieron que con
esa leña, sólo se podía hacer humo.
Uno de los muchachos, entonces, para calmar el hambre, se trepó en las
ramas altas y quiso comer la fruta del árbol. Se dio cuenta de que
aquello no era fruta, ni cosa parecida.
—¡Hermoso árbol! -dijo entonces el padre- para los pintores y poetas.
Pero no produce fruta, su leña no sirve, y su sombra no dejaría
florecer nuestro humilde jardín. Orgulloso, inútil y egoísta; más bien
dejarlo solo. Vámonos a otra parte. G. Daireaux.

Los niños
Vienen en pesos, medidas y colores surtidos, se los encuentra en todos
los sitios: encima de... debajo de... al lado de... dentro de...
corriendo por... o saltando sobre...
Las mamás los adoran, los adultos los ignoran... y el cielo los protege.
Un muchachito es la verdad con cara sucia, la sabiduría con los
cabellos despeinados y la esperanza con el porvenir, con una rana en
el bolsillo.
Un muchachito tiene el apetito de un caballo, el estómago de un
tragaespadas, la energía de una carreta cargada de piedras, la
curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador, la fantasía de un
Julio Verne, la timidez de una violeta y cuando se pone a fabricar
algo, tiene cinco martillos por mano.
Les gustan los helados, los cortaplumas, las limas, la navidad, el
amiguito que vive en frente, los bosques, el agua, (en su ambiente
natural), los animales grandes, el papá, los trenes, el domingo por la
mañana, y los carros de bomberos.
No ve con buenos ojos las visitas, la escuela, los libros sin
ilustraciones, las lecciones de piano, las corbatas, los peluqueros,
las muchachitas, las personas mayores, ni el momento de acostarse.
Nadie como él se levanta tan rápido, ni llega tan tarde a la cena.
Ningún otro se arriesga a meter en un bolsillo un clavo roñoso, una
manzana, un metro de piolín, un paquete de tabaco vacío, dos
caramelos, una moneda y un suplemento del pato Donald doblado en
cuatro.
Un niñito es una criatura mágica: se lo podrá echar de la habitación
donde uno está leyendo, pero no del corazón, ni del pensamiento.
Un pequeñín vale tanto que es nuestro carcelero, nuestro superior,
nuestro manda más: un terremoto en miniatura con la cara manchada de
chocolate y barro. Pero cuando por la tarde vuelven padre y madre,
cansados, disgustados y llenos de preocupaciones, él es el único capaz
de renovar las esperanzas y de colmar de alegrías; con sus mágicas
palabras: "hola papá"; "un besito, mamá". (Alan Beck)

Súplica al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven,
Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador, lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave alivio de
los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las
pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo
más íntimo del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra frialdad, corrige
nuestros desvíos
Concede a tus fieles, que confían en ti, tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría.
Amén, aleluya.

Zoología al día
Al concluir el tema de zoología, la maestra recapitulando pregunta a
los alumnos:
- ¿Cómo se llama el animal que cambia de color?
- Semáforo, señorita.

La culpa no es mía
- Juancito, hijo mío, tus notas son muy bajas… ¡esto merece una paliza!
- Es verdad papá. Yo sé donde vive la maestra.

Tampoco la culpa es mía
Desde la mesa la maestra ordena;
- Jaimito, despierta a tu compañero.
- No... Usted lo ha dormido, usted lo despierta.

Pensamientos
- El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos
veces bendito: bendice al que lo da y al que lo recibe. William
Shakespeare.
- El que no ha sufrido no sabe nada; no conoce ni el bien ni el mal;
ni conoce a los hombres ni se conoce a sí mismo. Fenelón.
- Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón
por la que hay tan pocas personas que lo practican. Henry Ford.
- La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un
diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Mark
Groucho, humorista.
- En un mundo donde las novedades tecnológicas provocan un desarrollo
jamás antes conocido, es importante no ignorar las realidades
fundamentales de la vida interior: la compasión, la simplicidad del
corazón y de la vida, la humilde confianza en Dios, el gozo sereno.
Hno. Roger, de Taizé.
- Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que vemos en
los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados. Tengamos
a todos por mejores que nosotros. Santa Teresa de Ávila.

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