domingo, 21 de agosto de 2011

Semanario Nº 221


Las dos ostras
Con la misma ola vinieron a dar en la misma roca dos ostras, hijas de
la misma madre, bien iguales al parecer, y se arreglaron lo mejor
posible, pegándose en la piedra para vivir allí. Y crecieron, juntas,
sin que nunca se les ocurriera a ninguno de los innumera-bles peces que diariamente pasaban por cerca de ellas y tan bien creían
conocerlas, que pudiera haber entre ambas la mínima diferencia.
—Son dos ostras, y nada más –decían los peces, con una mueca de
desdén–. Hasta que vinieron los pescadores; al llegar a nuestras
ostras se abalanzaron ambos sobre una de ellas, despreciando del todo
la otra, y pelearon cuchillo en mano para disputarse el único objeto
de su ambición.
Los pescados asistían atónitos a semejante trance, llamándoles la
atención, primero que tanto pelearan esos hombres por una ostra, y
más, que fuera por una sola y no por la otra. —¿Por qué no toman cada
uno una, ya que son iguales? -decían.
Es que –contestó una almeja muy versada en ciencias sociales–, no son
de ningún modo iguales, aunque así lo parezcan. La igualdad no es cosa
de este mundo; y siempre la madreperla, aun cuando su cáscara sea
vulgar y fea, valdrá más ella sola que toda una multitud de ostras
comunes. Daireaux.

Valiosa intercesión
Cuando se quiere ofrecer algo a un gran personaje, se lo hace llegar a
través de la persona preferida por él, con el fin de que ese regalo
le sea más agradable. Así nuestras plega¬rias, presentadas por la
Santísima Virgen María, tienen un gran mérito, porque ella es la única
criatura que nunca ha ofendido a Dios.
Cuando nuestras manos han to¬cado aromas, aromatizan todo lo que
tocan; hagamos pasar nuestras ple¬garias por la Virgen María, ella las
impregnará de un perfume celestial. María es tan buena que no deja de
echar una mirada de compasión al pecador. Siem¬pre está esperando que
la in¬voquemos. En el corazón de María no hay más que misericordia.
Una buena oración es la de pedir a esta buena Madre que ofrezca al
Padre eterno a su Hijo ensangrentado, herido, para pedir la conversión
de los pecadores. Es la mejor oración que se puede hacer porque to¬das
las oraciones se deben hacer en nombre y por los méritos de
Jesucristo. Hijos míos, escu¬chad bien esto: todas las veces que he
obtenido una gracia, la he obtenido de este modo. Nunca me ha fallado.
Santo Cura de Ars.

Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser Nación, una nación
cuya identidad sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los más pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María que desde Luján nos dice:
“¡Argentina! ¡Canta y camina!”
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.

Humor para la semana
- Cuando me secuestraron, mis padres actuaron de inmediato: alquilaron
mi habitación.
- Más que en cualquier momento de la historia, la humanidad se halla
en una encrucijada. Uno de los caminos conduce a la desesperanza y el
desaliento. El otro, a la aniquilación total. Roguemos que tengamos la
sabiduría de escoger correctamente.
- Estoy satisfecho de haber sido capaz de responder inmediatamente. Dije: no sé.
- El hombre puede vivir sin aire unos minutos, sin agua unas dos
semanas, sin comida unos dos meses — y sin nuevas ideas, año tras año.
- Me parece que ese individuo sólo tiene una idea… y es equivocada.

Pensamientos
- No transigir con todo, pero comprenderlo todo. No aprobarlo todo,
pero perdonarlo todo. No aceptarlo todo, pero buscar en todo la
partícula de verdad que encierra. Alfonso Milagro.
- Nada resulta más atractivo en una persona que su cortesía, su
paciencia y su tolerancia. Cicerón.
- Si las semillas sembradas en tierra negra pueden llegar a
convertirse en rosas tan bellas, ¿qué no puede llegar a ser el corazón
del hombre en su largo camino hacia las estrellas? Gilberto
Chesterton.
- No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando
también cubre el umbral de tu casa. Confucio.
- Mantente fiel a tus ideales espirituales, aunque seas objeto de
burla de parte de aquellos que han abandonado sus ideales por
doblegarse a la aceptación social. Epitecto.
- La ocasión de ser valientes se nos presenta solamente tres o cuatro
veces en la vida; la de no ser cobardes se nos presenta cada día. René
Bazin
- Aunque uno no haga más que alfileres, tiene que ser entusiasta de su
oficio, para sobresalir en él. Diderot

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