domingo, 14 de octubre de 2012

Semanario  Nº 124º 
 
Enseñanzas del lápiz

El nieto preguntó a su abuelo: —¿Abuelo, estás escribiendo una
historia que nos pasa a los dos? ¿Es por casualidad, una historia
sobre mí? El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
—Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante
que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú
seas como él cuando crezcas.  El nieto miró el lápiz intrigado, y no
vio nada de especial en él, y preguntó: —¿Qué tiene de particular ese
lápiz? El abuelo le respondió: —Todo depende del modo en que mires las
cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán
siempre de ti una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca

que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y
siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad: De vez en cuando necesitas dejar lo que estás
escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco,
pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de
soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma para
borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos
hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para
mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera
ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto,
cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad: El lápiz siempre deja una marca. De la misma manera,
has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso
intenta ser consciente de cada acción.

Amigos…

Cada día nos encontramos con cientos de personas que pasan por nuestro
lado. Unos, regalan una sonrisa cálida y una mirada amable
brindándonos la energía para iniciar un arduo día. Otros, atraviesan
por nuestra vida sin dejar huellas en el camino. Personas del montón,
de esas que nunca recordamos sus rostros ni la forma en que estaban
vestidas; esas que no nos hacen daño pero tampoco ayudan.
Uno de estos días conocemos hermosos seres humanos, aquellos que calan
en lo más profundo del corazón y a quienes con orgullo llamamos
amigos. Quienes nos hacen reír con sus historias y ocurrencias pero
también nos alientan y escuchan cuando la vida nos golpea. Esos que
nos atienden aunque el sueño casi los venza. Los que nos confían sus
secretos con la misma seguridad que les descubrimos los nuestros.
Amigos... aquéllos que nos permiten descubrir el lado hermoso de la
vida y todo lo mejor que podemos ser y brindar a otros. Para mí es un
honor llamarte mi amigo y creo que mi vida sería muy triste si no
estuvieras ahí. Porque de las maravillas existentes en esta vida
ninguna sobrepasa el amor y la amistad verdadera.

Un corazón de niño

Santa María, Madre de Dios, dame un corazón de niño,
puro y transparente como una fuente. Dame un corazón sencillo,
que no saboree la tristeza; un corazón generoso en entregarse,
tierno a la compasión; un corazón fiel y generoso,
que no olvide ningún beneficio y no guarde rencor de ningún mal;
dame un corazón manso y humilde, que ame sin exigir ser amado,
que goce desapareciendo en otro corazón delante de tu Divino Hijo;
un corazón grande e invencible, que ninguna ingratitud cierre
y ninguna indiferencia canse; un corazón atormentado
por la gloria de Jesucristo, herido de su amor, con una herida
que no se cierre hasta el Cielo.

En un examen: pregunta difícil

En un examen de zoología, el profesor le entrega a un alumno una pata
de pájaro y le dice: —A la vista de esta extremidad, ha de decirme la
familia, el género y la especie del animal, así como sus costumbres
migratorias y el número de crías por nidada. Y el alumno responde:
—Pero, ¿cómo le voy a decir todo eso con sólo una pata? El profesor le
dice: —Está usted suspendido. A ver, dígame su nombre y apellido. Y el
alumno se quita un zapato, le enseña el pie desnudo al profesor y le
dice: —Adivine...

Pensamientos

- ¡Qué grande es el amor! Hace ligero todo lo pesado y soporta todo lo
difícil; lleva el peso sin fatiga y todo lo amargo lo vuelve
agradable. Tomás de Kempis.
- La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal
nobleza y generosidad que todos la podemos dar. Amado Nervo.
- Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse
con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no
resulta tan sencillo. Aristóteles.
- El día en que todos los hombres decidieran ser tiranos consigo
mismos, de allí en adelante no habría más revoluciones ni leyes, y
todos serían perfectamente libres. Jacinto Benavente.
- Un corazón sin ideal es como un cielo sin estrellas.
- En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada.
Franklin Rooselvet
- Ser incapaz de entusiasmarse es una señal de mediocridad. René Descartes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita!!!