domingo, 23 de diciembre de 2012

Semanario  Nº 291

La raíz del laurel
Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque. Los
árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más
altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y
tenían poca fuerza para echar raíz.
En cambio un laurel dijo: —Yo, mejor voy a invertir mi savia en tener
una buena raíz; así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me
necesiten.

Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún
lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de
hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo,
mirándose y riéndose de los demás. El laurel sufría a cada instante
esas burlas.
Se reían de él, presumiendo de sus flores, perfumes y abundante
ramaje. —¡Laurel!, — le decían— "¿para qué quieres tanta raíz? Mira, a
nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza.
¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!”.

Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los
demás y por eso tenía raíces fuertes. Un buen día, vino una gran
tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más
grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente
golpeados que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento
los tumbara. En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y
mucha raíz, apenas sí perdió unas cuantas hojas.

Lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles no son las
apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu
corazón... allí en tu alma.

Fácil y difícil

Fácil es dictar reglas. Difícil es seguirlas...
Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño.
Fácil es tropezar con una piedra. Difícil es levantarte...
Fácil es prometerle a alguien algo. Difícil es cumplirle esa promesa...
Fácil es decir que amamos. Difícil es demostrarlo todos los días...
Fácil es criticar a los demás. Difícil es mejorar uno mismo...
Fácil es cometer errores. Difícil es aprender de ellos...
Fácil es orar todas las noches. Difícil es encontrar a Dios en las
cosas pequeñas...

Cántico de las criaturas

Loado seas, mi Señor, por todas tus criaturas, en especial por nuestro
hermano sol, que nos da el día. Por él nos iluminas, y es bello y
radiante con gran esplendor. De ti, Altísimo, nos trae la imagen.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana luna y por las estrellas.
Las has formado en el cielo claras, preciosas y bellas. Loados seas,
mi Señor, por nuestro hermano el viento y por el aire y nubes y calma
y todo tiempo…
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana agua, que es muy útil y
humilde y preciosa y pura. Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego.
Con él alumbras la noche, y es alegre y robusto y fuerte y bello… San
Francisco de Asís.

Se escapó el león

En un zoológico se escapó un león y, te imaginas, los visitantes
llenos de pánico, corrían enloquecidos para todos lados. Entre la
gente había un paralítico en su silla de ruedas. Todos gritaban:
 —¡Uy, uy! ¡El paralítico! ¡El paralítico!
Entonces el lisiado exclamó haciéndose oír por todos:
 —¡Por favor, déjenlo elegir a él!

Pensamientos

- Cada paso que da el zorro lo acerca más a la peletería. Proverbio chino
- La escalera ha de barrerse empezando por arriba. Proverbio rumano.
- Una vez terminado el juego el rey y el peón vuelven a la misma caja.
Refrán italiano.
- Urbanidad y buenos modales abren puertas principales. Refrán español.
- Dios, si te cierra una puerta, te abre un portón. Refrán italiano.
- Dime con quién andas y te diré quién eres. Proverbio español.
- Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento.
Refrán italiano.
- Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo. Proverbio árabe.
- Las palabras mueven, los ejemplos arrastran. Proverbio latino.
- Antes de iniciar la reforma del mundo, da tres vueltas por tu propia
casa.  Proverbio chino.

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