domingo, 8 de abril de 2012

Semanario  Nº 254º

Heroísmo materno

En un día caluroso de verano en el sur de la Florida un niño decidió
ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la
puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz. No se daba cuenta
de que un caimán se le acercaba. Su mamá desde la casa miraba por la
ventana, vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo
gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndole, el niño se alarmó y viró
nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la
mamá agarró al niño por sus brazos justo cuando el caimán le agarraba
sus piernitas. La mujer tiraba desesperadamente con toda las fuerzas
que tenía. El caimán era más fuerte pero la madre era mucho más
apasionada.
Un señor que escuchó los gritos corrió hacia el lugar con una pistola
y mató al animal. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron
bastante, pudo llegar a caminar. Pasados unos días un periodista le
preguntó si le quería enseñar las cicatrices de sus pies. El niño
levantó la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se
arremangó y señalando las cicatrices de sus brazos le dijo: "Pero las
que usted debe ver son éstas".  Eran las marcas de las uñas de su
madre que habían presionado con fuerza: "Las tengo porque mamá no me
soltó y me salvó la vida".

Estadísticas que hacen reflexionar

Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de
exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes en
la actualidad, sería algo como esto:
Habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 personas del hemisferio oeste
(tanto norte como sur) y 8 africanos. 52 serían mujeres. 48 hombres.
70 no serian blancos. 30 serian blancos. 70 no cristianos. 30
cristianos. 89 heterosexuales. 11 homosexuales. 6 personas poseerían
el 59% de la riqueza de toda la aldea y los 6 serían norteamericanos.

De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas. 70
serian incapaces de leer. 50 sufrirían de mal nutrición. 1 persona
estaría a punto de morir. 1 bebé estaría a punto de nacer. Sólo 1
tendría educación universitaria. En esta aldea habría 1 persona con
computadora. Al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan
comprimida es cuando se hace más aparente la necesidad de aceptación,
entendimiento, tolerancia y educación.

Otras cuestiones para reflexionar... Si te has levantado esta mañana
con más salud que enfermedad, entonces eres más afortunado que los
millones de personas que no sobrevivirán esta semana. Si nunca has
experimentado los peligros de la guerra, la soledad de estar
encarcelado, la agonía de ser torturado o las punzadas de la
inanición, entonces estás por delante de 500 millones de personas. Si
puedes acudir a la iglesia sin temor a ser humillado, arrestado,
torturado o muerto... entonces eres más afortunado que 3.000 millones
de personas en el mundo.

Si tienes comida en la heladera, ropa en el armario, un techo sobre tu
cabeza y un lugar donde dormir, eres más rico que el 75% de la
población mundial. Si guardas dinero en el banco, en tu cartera y
tienes algunas monedas en el cajón... ya estás entre el 8% más rico de
este mundo. Si tus padres aun viven y están casados... eres una
persona muy rara. Si puedes leer este mensaje, acabas de recibir una
doble bendición: alguien estaba pensando en ti, y más aún, eres mucho
más afortunado que los más de 2.000.000.000 de personas en este mundo
que no pueden leer.

Hermano de todos

Señor, me llamaste a ser hermano de todos. Penetra mis entrañas con tu
amor, Dios de ternura, para que sienta que los demás son mi propia
carne, para que me duela su dolor y me alegre con sus alegrías.
Ilumina mi mirada, Jesús, para que pueda reconocerte presente en cada
uno de ellos, y les ayude a llevar sus cargas como si te ayudara a ti
crucificado. Regálame un oído atento, para que pueda escuchar a los
demás, con amabilidad y cortesía, dándole suma importancia a sus
palabras. Y coloca en mi boca la palabra justa, para decirles lo que
ellos necesitan escuchar, lo que tú sabes que les hace falta. Amén.
(P. Víctor Fernández).

“Jesús te mira”

Un ladrón media noche se mete en una casa a robar. Entra por una
ventana, y cuando está adentro en la oscuridad oye una voz que dice:
 —¡Jesús te está mirando!
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no
ocurre nada, continúa. Y de nuevo la voz le dice:
—¡Jesús te está mirando!
El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que
estaba en una jaula, y el ladrón le dice:
—¡Ahhh, que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito? Y el loro le responde:
—Me llamo Pedro.
—Pedro es un nombre extraño para un loro. Y el loro le contesta:
—Más extraño es el nombre Jesús para un Doberman.

Pensamientos

- Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que
la vida se compone de cosas pequeñas.  Frank Clark
- Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la
elegancia déjasela al sastre.
 Albert Einstein.
- La memoria es el centinela del cerebro.  William Shakespeare.
- Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los
hombres no hacemos otra cosa que existir. Oscar Wilde.
- El que tiene caridad en su corazón, siempre tiene algo que dar. San Agustín.
- La vida, tomada en lo más íntimo de su esencia, no es más que el don
de sí. Elisabetb Goudge.
- Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen,
pierden el respeto.  Georg Christoph Lichtenberg.

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