domingo, 23 de septiembre de 2012

Semanario  Nº 278º 
 
El pino que soñaba…

Había un pino que, desde pequeño, soñaba con ser grande. Su especie
llegaba a alcanzar los sesenta metros. Le habían dicho que la vista
desde las grandes alturas era maravillosa. Sus amigos le mostraban
distintas bellezas naturales, pequeñas plantas, flores, insectos,
grandes animales y hasta personas, pero no les prestaba atención; iba
creciendo y siempre sucedía lo mismo, lo único que le interesaba era
lograr una gran altura.
Al llegar a la estatura deseada, confirmó que el panorama desde tan
alto era espectacular. En las conversaciones con sus amigos, escuchaba
cosas muy extrañas para él, hablaban de chicos jugando a la pelota, de
perros que corrían, de abejas que se posaban sobre las flores, y
cantidad de comentarios sobre seres que no llegaba a distinguir desde
allá arriba. Pero ya no pudo bajar para conocerlos, se los había
perdido mientras esperaba llegar bien alto.
El futuro es para soñar; el presente, para disfrutar.


Actitud positiva

Nuestras actitudes en todo lo que pensamos, decimos y hacemos,
repercutirán siempre en nuestra actitud emotiva, por ende con quienes
interactuamos.
Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoqué", y aprende del error.
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa".
Un ganador enfrenta, razona y supera el problema.
Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.
Un ganador se compromete y actúa en consecuencia.
Un perdedor hace promesas pero no actúa y saca disculpas para no hacerlo
Un ganador dice ante una tarea concluida: "Soy bueno, pero puedo
hacerlo muchísimo mejor".
Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como muchas otras personas".
Un ganador respeta y escucha a todas las personas y aprende de ellas.
Un perdedor se resiente con los que saben más que él y trata de
encontrarles sus defectos.
Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo.
Un perdedor no colabora y siempre dice: Yo estoy cumpliendo con mi trabajo.
Un ganador comparte este mensaje con sus amigos.
Un perdedor lo guarda sólo para sí mismo.

Contigo, Jesús…


Querido Jesús, queremos seguirte

con sincero corazón sin mezquindad.
Ser de los tuyos, para siempre.
Envía tu Espíritu para darnos
la fortaleza que necesitamos
para no aflojar, sino para dar más
y seguir avanzando contigo.
Que sepamos vivir en el amor, sin mediocridad,
avivar nuestra esperanza, sin conformismos,
y dar una mirada de fe, iluminada de sabiduría,
a todas las situaciones cotidianas. Amén.

¿Cuál es el colmo? Adivine…

- ¿Cuál es el colmo de un bombero? Llevarse el trabajo a su  casa.
- ¿Cual es el colmo de un jardinero? Que lo dejen plantado
- ¿Cuál es el colmo de un carpintero? Tener un perro que le mueva la cola
- ¿Cual es el colmo de un ciego? Vivir en la ciudad de Bella Vista,
alquilar el piso 9º (noveno) B, vender tuberías y llamarse Casimiro.
- ¿Cuál es el colmo de un elefante? Pararse en una pata,  y que el
pato quede viudo y los patitos huérfanos.

Pensamientos

- Es más importante poner en la oración el propio corazón que poner
palabras de otros sin nada del propio corazón. Mahatma Gandhi.
- Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad
destruye el intelecto. Leonardo Da Vinci.
- En las tribulaciones que nuestra alma sea como un ruiseñor, que
canta  en medio de una mata de espinas. San Francisco de Sales.
- El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe
adónde va. Saint Exupery.
- La oración es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios. San Agustín.
- Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive. Gabriel Marcel.
- La muerte tan sólo tiene importancia en la medida en que nos hace
reflexionar sobre el valor de la vida. Antonio Machado.

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