Domingo
15, diciembre 2013 – Resonancias de la Palabra de Dios
El santo de la alegría
San Felipe Neri
(1515-1595) fue un santo muy simpático. Reunía centenares de niños desamparados
para educarlos y hacerlos buenos cristianos. Estos muchachos en sus juegos
hacían un ruido ensordecedor, pero Felipe sonriente les decía: "Hagan todo
el ruido que quieran, a mí lo único que me interesa es que no ofendan al Señor.
Lo demás no me disgusta".
Donde quiera que
san Felipe Neri llegaba, se formaba un ambiente de fiesta y buen humor. Las
gentes se reían de buena gana. A algunos muy serios les parecía que él debería
ser un poco más mesurado y solemne. Por eso a veces se le llamaba “el bufón de
Dios”. Tuvo siempre el don de la alegría. A él se le atribuye la frase: «Tristeza
y melancolía, fuera de la casa mía». Un
día, una señora rica se presentó delante de Felipe Neri calzada con un par de
zapatos bastante elevados. Cuando le preguntó a Felipe tímidamente, temiendo
una condena o una crítica, si podía andar así de engalanada, el santo se limitó
a decir: «Cuide de no caerse». Y en aquel “caerse” la interlocutora entendió
todo un discurso.
La expresión «Cuide de no caerse» está en la Biblia en 1 Corintios 10,
12, y es un llamado de atención a los que, con cierta presunción o vanagloria, piensan
hallarse seguros en el camino espiritual, pues también ellos pueden caer, si no
confían humildemente en Dios. Felipe le daba así una buena advertencia a esa
dama. Que el Señor nos arraigue en la humildad. P. Natalio.
Un
río de alegría desde el corazón
“¡Queridos hijos!
Hoy los invito a todos a regocijarse continuamente por la vida que Dios les
concede. Mis queridos hijos, regocíjense en Dios el Creador, porque él los ha
creado de manera tan maravillosa. Oren para que sus vidas estén llenas de una
gozosa acción de gracias que brote desde su corazón, como un río de alegría.
Mis queridos hijos,
den incesantemente gracias a Dios por todo lo que poseen, por cada pequeño don
que Dios les ha concedido. De esa forma, la bendición gozosa de Dios descenderá
siempre sobre sus vidas. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”. Mensaje
de la Reina de la Paz.
Sanación de tristezas
Sana, Señor, las raíces de mis tristezas ocultas, llega hasta el fondo
de mis males, para que pueda recuperar el verdadero gozo. Eso espero de tu
amor, mi Señor poderoso. No dejes que me entregue en los brazos enfermos de la
melancolía, no permitas que me envenene interiormente con las quejas o el
desaliento. Todo eso es inútil. No quisiera gastar mis energías y mi tiempo en
esos sentimientos dañinos. Mejor tómame con tu luz. Dame una mirada positiva,
optimista, esperanzada. Convénceme, con un toque de tu Espíritu, de que la
entrega generosa a tu Reino es el mejor camino. Amén. (Víctor M. Fernández).
El
mejor día
Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que
tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche. Tengo
responsabilidades que cumplir hoy, soy importante. Mi trabajo es escoger qué
clase de día voy a tener, hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso, o
puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis. Hoy
puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me
dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me
permitieran haber nacido. Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o
puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo. Hoy puedo quejarme porque
tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y llenar mi mente de nuevos y ricos
conocimientos. El día se presenta ante mí esperando a que yo le dé forma, y
¡aquí estoy yo!... su escultor. Lo que suceda hoy depende de mí, de mi propia
elección. Ayúdame, Señor, a emplear
sabiamente el admirable regalo de la libertad.
Cuando la vida te
entrega un limón, ¿te ingenias para hacerte con él una limonada? ¿Haz adquirido
la capacidad de transformar los obstáculos de tu camino en un medio para tu
crecimiento personal?
Dios te ayuda a ser positivo
Tú dices: "Es
imposible". Dios te dice: “Todo es posible” (Lucas 18, 27)
Tú dices:
"Estoy muy cansado". Dios te dice: “Yo te haré descansar” (Mateo 11,
28-30)
Tú dices:
"Nadie me ama en verdad". Dios te dice: “Yo te amo” (Juan 3, 16 y
Juan 13,34)
Tú dices: "No
puedo seguir". Dios te dice: “Mi gracia te es suficiente” (2Cor.12, 9)
Tú dices: "No
puedo resolver las cosas". Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos” (Prov 3,
5-6)
Tú dices: "No
vale la pena". Dios te dice: “Si valdrá la pena” (Rom. 8, 28)
Tú dices: "No
me puedo perdonar". Dios te dice: “Yo te perdono” (1 Juan 1:9 y Rom. 8, 1)
Tú
dices: "Tengo miedo". Dios te dice: “Yo no te he dado un espíritu de
temor” (2 Tim. 1, 7)
Tú
dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado". Dios te dice: “Echa
tus cargas sobre mi” (1 Ped. 5, 7)
Tú
dices: "No tengo suficiente Fe". Dios te dice: “Yo he dado a todos
una medida de fe” (Rom. 12, 3)
Tú dices: "Yo
no soy suficientemente inteligente". Dios te dice: “Yo te doy sabiduría”
(1 Cor. 1, 30)
Tú dices: "Me
siento muy solo". Dios te dice: “Nunca te dejaré, ni te desampararé”
(Hebreos 13, 5)
Reacciona
positivamente
Aconteció que un
empresario tuvo que llamar por teléfono con urgencia un poco más allá de las
seis de la mañana. Lamentablemente, al marcar el número se equivocó y le
contestó una somnolienta voz de mujer. Pidió excusas y cortó la comunicación.
Pasados unos minutos, volvió a llamar y, para su total desesperación, de nuevo
escuchó la voz de misma mujer recientemente despertada. Pidió disculpas una y
otra vez. Pero la mujer lo interrumpió:
— No tiene por qué pedirme perdón — le dijo muy tranquilamente —; estoy sentada en la terraza bebiendo una taza de te, mientras disfruto
de una espléndida salida de sol. Si usted no me hubiera despertado, me la
habría perdido.
La alegría de vivir
La risa es salud.
El buen humor es salud. ¿Estás seguro de pensar lo suficiente en este aspecto
de tu bienestar? Si a causa de las preocupaciones envejece el corazón, también
tu rostro aparecerá pronto lleno de arrugas. La risa libera. El humor relaja.
La risa es capaz de liberarte de los falsos problemas. La risa es tu mejor
cosmético para tu belleza externa y una apropiada medicina para tu vida
interna. Si riendo tus músculos trabajan regularmente, tu digestión resultará
beneficiada, e incluso tu apetito se estimulará y tu presión arterial
permanecerá estable. La risa y el buen humor te liberarán de aquella lúgubre
seriedad que vuelve los problemas pesados como el plomo, te liberarán además de
la triste inquietud cotidiana. La risa y el buen humor crean espacios nuevos
para alegrías desconocidas…
Aflojar el arco demasiado tenso
En cierta ocasión un cazador de bestias
feroces, yendo por el desierto, vio al abad san Antonio que bromeaba con los
hermanos y se escandalizó de ello. Pero el anciano, queriendo hacerle comprender
que conviene ser condescendiente en alguna ocasión con los hermanos, le dice:
“Pon una flecha en tu arco y ténsalo”. Y lo hizo. Le dice: “Ténsalo más”. Y lo
hizo. Le dijo una vez más: ”Ténsalo”. El cazador le dijo: “Si lo tenso más se
va a romper”. Le dijo el anciano: “Así sucede también con las obras de Dios: si
con los hermanos tensamos el arco de manera excesiva, enseguida se rompen. Por
eso es necesario ser condescendiente en ocasiones”. Al oír esto, el cazador se
sintió presa de arrepentimiento y se marchó muy edificado con ello.
Lo que hizo san Antonio con sus monjes, tú lo tienes que
hacer contigo. Sé prudente en armonizar el trabajo con el descanso, la vida de
estudio y reflexión con la vida social, el cuidado del cuerpo y el del
espíritu. Los autores clásicos tenían un proverbio muy sabio: “Nada en exceso”.
Que sepas organizar tu día con sabiduría y prudencia.
Quietos en la iglesia
Una catequista le
preguntó a los niñitos de su grupo, cuando estos se encaminaban para participar
de la celebración de la Misa:
— ¿Por qué es necesario estar muy quietos en
la iglesia? Una niñita le respondió:
— Porque algunas personas están durmiendo.
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